En el programa del Gobierno andaluz para los próximos cuatro años está la erradicación de cualquier fórmula de discriminación salarial y laboral de las mujeres. Un compromiso recogido en el discurso de investidura del presidente andaluz, Manuel Chaves, y un reto muy ambicioso si se tienen en cuenta los últimos datos ofrecidos por el Instituto de Estadística de Andalucía en su Anuario Estadístico de 2008. Perspectiva de género, en el que se constata que las mujeres andaluzas recibieron menos dinero que los hombres. Hasta 6.000 euros de distancia hubo en el anterior ejercicio económico para que se cumpliera la máxima de "a igual trabajo, igual salario", ya que si la media anual femenina fue de unos 11.628 euros, la masculina alcanzó los 17.452.

Bien sea por la dificultad de acceso a la formación y al empleo, por la escasa presencia en determinados sectores y categorías profesionales, los desequilibrios en los puestos de dirección o la dificultad de la conciliación entre la vida familiar y laboral, lo cierto es que un año más, porcentualmente, el sueldo de las mujeres se quedó un 33% por debajo de lo que recibieron los hombres.

Donde más visible fue este desfase es en el análisis por tramos salariales. De casi un millón y medio de andaluzas que trabajaron a lo largo de 2007, el 49% tuvo la nómina más baja, es decir, aquella que se estanca en torno al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) -600 euros mensuales-, un porcentaje que cayó hasta el 25,8% entre los más de dos millones de hombres empleados. Pero incluso en sus pagas siguió habiendo diferencias, aunque fuera por poco más de 100 euros, ellos los cobraron y ellas no.

Las remuneraciones más altas tampoco escaparon al marcaje del género. Entre la élite de los que ingresaron más de 7,5 veces el SMI, tan sólo se contabilizaron 8.217 mujeres -el 0,56% de la población femenina ocupada-, mientras fueron 41.114 los hombres -un 2%- que se situaron en esta zona de la tabla salarial. Al igual que en el caso anterior, en este tramo existieron desigualdades, así mientras los hombres que recaudaron más de diez veces el SMI fueron 14.791, las mujeres fueron sólo 1.817, y entre ellos, la diferencia llegó a ser de más de 10.000 euros -ellos se embolsaron una media de 119.110 euros y ellas 109.088-.

No obstante, hubo espacio para el equilibrio. Aunque numéricamente fueron menos las mujeres -277.480 frente a 674.200 hombres-, en la franja comprendida entre quienes ganan de dos veces a 4,5 veces el SMI, ambos sexos registraron cantidades casi idénticas, incluso con un leve margen positivo para el sector femenino de entre 1.000 y 4.000 euros. Una vez alcanzada la cota de cinco veces el SMI, las mujeres se topan con el denominado "techo de cristal", que las deja fuera del grupo de quienes ostentan posiciones de liderazgo económico.

Los desequilibrios no escapan a la lectura geográfica. No se distribuyeron de manera homogénea entre las distintas provincias las pagas. Las malagueñas fueron las andaluzas que más dinero percibieron, unos 12.458 euros, seguidas por granadinas y sevillanas, cuyos emolumentos rondaron también esa cifra, mientras onubenses y jienenses, las que menos, con unos 10.000 euros.

Los salarios en Andalucía también quedaron lejos de la media nacional. Tanto las andaluzas como los andaluces perdieron los 3.000 euros que sí lograron el resto de trabajadores del país, con unos sueldos de un promedio de 14.568 euros para las mujeres y 20.750 euros para los hombres.

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