La operación Pinsapo, de la Guardia Civil, desarrollada en Málaga y Cádiz, ha puesto fin a una red internacional de narcotraficantes con la detención de treinta personas -españoles, marroquíes e italianos-, que introducía a través del litoral de la Costa del Sol y del Campo de Gibraltar partidas de hachís de Marruecos a través de motos acuáticas. La organización disponía de embarcaciones, tanto de pesca como recreativas, con las que transportaba la droga desde Marruecos. Después, el hachís era trasvasado a motos de agua con las que se encargaban de trasladarlo a la costa.

Para el almacenaje de la droga los narcotraficantes disponían de varios domicilios en el Campo de Gibraltar, con acceso rápido a la costa para facilitar la introducción de la mercancía. El hachís llegaba al mercado andaluz a través de una célula propia.

Los beneficios obtenidos eran blanqueados en negocios de restauración en Sierra Nevada, así como en varios locutorios distribuidos a lo largo de la Costa del Sol. En la operación se han practicado siete registros domiciliarios, cuatro de ellos en Málaga y tres en Cádiz, en concreto en Algeciras, donde entre otros efectos los agentes han intervenido 488 kilogramos de hachís, 7.200 euros en efectivo, 11 vehículos, tres embarcaciones náuticas, nueve bienes inmuebles, una pistola y un arma larga.

El valor de los efectos aprehendidos asciende a 3.300.000 euros. Las investigaciones han sido llevadas a cabo por especialistas en la lucha contra el crimen organizado de la Guardia Civil, con sede en Málaga.