La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Los 700 objetos de Franco y José Antonio

Que el ministro Bolaños no trinque al vendedor ni mucho menos al comprador de semejante e ingente colección

El anuncio

El anuncio / M. G. (Madrid)

En la calle Velázquez de Madrid han puesto un nombre que no lo quiero mirar... No, no es del Francisco Alegre, sino Franco. Y son dos nombres: Franco y José Antonio. Alguien vende un lote nada menos que de setecientos objetos de los dos personajes, fechados en tres décadas diferentes. No se vende nada por separado. O todo, o nada. Lo que Pedro Sánchez separó en el Valle de los Caídos no lo separará nadie en esta oferta. Como se decía antiguamente del periódico y el suplemento dominical, se vende todo “conjunta e inseparablemente”. Qué expresión más rancia resulta hoy... pero qué clarita era. No había lugar a ninguna interpretación equívoca. En ocasiones lo rancio también es aquello que no se puede mejorar.

Los interesados en comprar el lote tienen que llamar a un teléfono móvil que el vendedor ha dejado sin más señas, no vaya a ser que lo trinquen por apología. La caligrafía no es de alguien joven . Y el lema inicial es demoledor, o a algunos así nos resulta. Se vende. En esta vida el futuro está marcado por esa oración de dos palabras que lo dice todo. Algún día venderán nuestras cosas. Todos unidos e igualados en una operación de venta anunciada sin más concesiones. En el AVE de regreso siempre queda una duda. ¿Qué criatura reunió setecientos objetos de Franco y José Antonio? ¿Quién se ha dedicado años después a contarlos para precisar la cifra en el anuncio? Y todas son “distintas”, oiga. Como diría don Manuel Ruiz de Lopera: “Fijarze bien”.

Que el ministro Bolaños no se entere del anuncio porque manda a los inspectores de la Memoria Histórica a interrogar la criatura que lo ha hecho público. Franco y José Antonio se venden. Y tanto. Los tenemos todo el día... ¡presentes! Gracias al Gobierno que pronto montará otro circo con la exhumación de los restos del fundador de la Falange. Subimos las pensiones que no sabremos cómo pagaremos a medio plazo, pero nos ha salido mal la ley del Sólo sí es Sí con el chorreo de violadores y abusadores saliendo a la calle. Pronto tendremos el segundo episodio en Cuelgamuros. Si el Gobierno ha abierto expediente a un grupo de neofalangistas por cantar el Cara al Sol el pasado noviembre en Madrid, que se esconda donde pueda el tío de los setecientos objetos. Y no digamos su comprador, porque no nos cabe duda de que ese material se vende y pronto. Hay gente para todo. ¿Pues no hay un tipo que colecciona versiones de Naranjito, la simpática mascota del Mundial’82?.

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