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Andalucía

El parricida de Puerto Serrano ingresa en un centro de menores

  • El joven de 17 años, que había consumido alcohol y drogas durante la celebración de la Nochevieja, declara ante el magistrado que no recuerda nada de lo sucedido

El presunto parricida de Puerto Serrano (Cádiz), de 17 años de edad, fue trasladado ayer a un centro de internamiento de régimen cerrado tras prestar declaración ante la Fiscalía de Menores de Jerez, a donde fue conducido sobre las 9:45 por la Guardia Civil. Al filo de las tres de la tarde, el juez de menores de la ciudad, José Miguel Martínez, dictó una medida cautelar de internamiento por un tiempo de seis meses, prorrogable a tres más hasta la espera de juicio. El abogado de oficio que lo asistió, José María Vega, señaló a los medios que el joven mantuvo que "no recuerda nada y sólo puede narrar los pasos anteriores". Aunque no recnoció la previa agresión a un joven de 27 años ni de la presunta autoría del homicidio de su padre, de 41, por lo que su declaración ante la Fiscalía de Menores "ha sido muy corta", según el letrado. El menor declaró que antes de cometer presuntamente los hechos por los que ha sido detenido había celebrado la llegada del Año Nuevo en Puerto Serrano "en compañía de unos amigos". El detenido declaró tanto a la Guardia Civil como en la Fiscalía que "recuerda lo que le han dicho. Él lo ha matizado tanto en su declaración en Villamartín (ante la Guardia Civil) como aquí y no sabe por qué fue a la casa de su padre".

El abogado reconoció que el presunto parricida había mantenido "enfrentamientos anteriores" con su padre, lo que implicó incluso que éste último "lo echara de casa", y ha vivido en los últimos meses en el domicilio de una hermana, que acudió también ayer a la Fiscalía de Jerez.

Las disputas entre padre e hijo estaban motivadas por "asuntos de drogas", aunque según el abogado que asistió al menor de manera provisional, éste se encontraba ahora "trabajando y buscándose la vida". El muchacho, cuya identidad no ha trascedendido, tenía "causas pendientes" con la Justicia relacionadas con algunas peleas y reyertas, como señaló el juez que dictó la medida de internamiento. El menor, con algunos arañazos en la cara, fue además examinado ayer por el médico forense y un equipo de psicólogos. El letrado cree que, a pesar de los hechos ocurridos en la mañana del 1 de enero, el joven "no tiene instintos asesinos", estimando que el suceso se produjo como consecuencia del shock provocado por la ingesta de alcohol y varios tipos de drogas, "lo que le provocó un trastorno mental".

Mientras, la víctima mortal de este terrible suceso fue enterrada ayer. En cuanto al herido anteriormente por el presunto parricida, ayer se conoció que está fuera de peligro y actualmente se encuentra recuperándose en el hospital Virgen de las Montañas de Villamartín. Este hombre, de 27 años, recibió navajazos en abdomen y cuello y, como consecuencia de los mismos, sufrió una importante hemorragia, por lo que tuvo que ser operado.

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