Tres policías gibraltareños resultaron heridos el lunes por la noche tras colisionar su embarcación con una de la Guardia Civil, la patrullera ligera Río Tormes. Ambos cuerpos de seguridad participaban en ese momento en una operación conjunta de persecución de una embarcación sospechosa que se inició en las aguas en litigio y continuó en aguas españolas.

De los tres agentes, dos cayeron al agua y fueron rescatados por efectivos del Instituto Armado, que nada más producirse la colisión se centraron en asistir a los policías del Peñón.

Dos de los heridos fueron trasladados al hospital Punta Europa de Algeciras, donde recibieron el alta ayer por la mañana "al no detectarse patologías para su ingreso", según confirmó el Servicio Andaluz de Salud a este diario. No obstante, Europa Sur pudo saber que por la tarde permanecían en el hospital de San Bernardo de Gibraltar.

En cuanto al tercer agente, anoche también estaba en observación en el Peñón, aunque nada más producirse el accidente había sido trasladado al hospital de La Línea.

En lo que respecta a las embarcaciones implicadas en la colisión, ambas sufrieron daños, especialmente la de la Policía de Gibraltar, cuyos motores resultaron afectados. El barco perseguido logró escapar. 

La Policía de Gibraltar (RGP) emitió ayer a mediodía un comunicado de prensa en el que explicó que los hechos ocurrieron cerca de la medianoche cuando su sección marítima fue avisada por la Guardia Civil de la presencia de un barco sospechoso. Agentes del cuerpo de seguridad gibraltareño acudieron a investigar e intentaron sin éxito parar a la citada embarcación, que siguió su trayecto realizando maniobras "evasivas y peligrosas".

Fue entonces cuando se inició una persecución conjunta en aguas españolas que concluyó cuando la Policía y la Guardia Civil chocaron a media milla de la costa adyacente a Crinavis, accidente que la RGP achaca a "las peligrosas maniobras" del barco perseguido. Como resultado del impacto, dos agentes de la sección marítima de la RGP cayeron al agua y fueron rescatados por la Benemérita.

Los heridos recibieron asistencia inmediata por parte de la Guardia Civil en el mar y después en tierra por los servicios de emergencia, que decidieron trasladar a los agentes a centros sanitarios, ya que aunque sus vidas no corrían peligro, sí requerían atención hospitalaria. 

Acto seguido, efectivos de ambos lados de la Verja establecieron "una colaboración estrecha" que permitió a agentes de la RGP trasladarse a España para evaluar la situación y respaldar a los heridos.

En este sentido, el comisario Louis Wink expresó en el comunicado su agradecimiento tanto al teniente coronel de la Guardia Civil en Algeciras como a los servicios españoles de emergencia por la atención y el apoyo prestados al cuerpo de seguridad del Peñón. Hizo extensible este agradecimiento a la Autoridad Portuaria de Gibraltar y a la Policía de Defensa, y realizó especial hincapié en los esfuerzos del Instituto Armado por rescatar a sus agentes.

Por otro lado, lamentó que un accidente "tan desafortunado" haya ocurrido, pero agregó que es otro "claro ejemplo no solo de la actual y estrecha colaboración con la Guardia Civil  y otros cuerpos españoles de seguridad, sino también de los peligros a los que se enfrentan".

Por su parte, la Guardia Civil se limitó a confirmar el accidente, así como la inmediata asistencia que sus efectivos prestaron a los policías gibraltareños que resultaron heridos a consecuencia de la colisión.