Once provincias de cuatro comunidades autónomas, hasta un total de 1.300 kilómetros. Representan solo el 18% de la superficie, pero rozan el 40% de la población y el PIB nacional. Son los territorios por donde discurrirá el Corredor Mediterráneo, de salir adelante según el trazado presentado a mediados de marzo, uno de los principales ejes de transporte de la península ibérica, desde Algeciras (hasta Almería, por el interior) hasta Francia por tren, para mercancías y viajeros, y que supondrá la 'alfombra roja' por la que han de desfilar los productos de compraventa entre el continente europeo y los países de Asia y África. Una potencialidad que debe aprovechar Almería para fortalecer su capacidad intermodal, a la hora de ofrecer servicios interconectados de transporte vía marítima-aeroportuaria-férrea.

El pasado 16 de marzo se presentó en Barcelona el estudio técnico de este Corredor Mediterráneo, que prevé unas inversiones totales de 51.300 millones de euros hasta su conclusión, en 2020.

Un proyecto que acaba de un plumazo con el transporte radial y que situaba a Madrid en el centro de todas las iniciativas, poniendo en valor el eje mediterráneo español y las infraestructuras de transporte que hay a su paso, con una docena de puertos y ocho aeropuertos. Blanco lo destacó el pasado mes de marzo como un cambio del modelo de Estado y un logro para estas cuatro comunidades: "Llevamos 500 años de estructura centralizada en España y solo 30 descentralizada", dijo.