Andalucía

No había restos de Mari Luz en la casa donde podría haber muerto

  • La Policía relata ante el tribunal la búsqueda sin resultado de sangre y otros rastros biológicos

La Policía Nacional, que llevó a cabo la investigación sobre la desaparición y muerte de la pequeña Mari Luz Cortés desde el minuto uno (13 de enero de 2008) hasta la detención de los acusados por el asesinato, los hermanos Santiago y Rosa del Valle, desembarcó ayer en la sala de vistas en la cuarta sesión del juicio que se desarrolla en Huelva. En la antesala de las pruebas periciales (toxicólogos y expertos de la Científica darán hoy cuenta de los resultados de análisis y muestras), el inspector jefe de la Brigada de Policía Científica de Sevilla -que colaboró en la práctica de pruebas y toma de muestras-, avanzó al tribunal que ni en la inspección y registro que se realizó en la casa a los cuatro días de la desaparición, ni en el domicilio de los acusados, ni tampoco en el portal del número 1 de la Avenida de las Flores ni en el semisótano del edificio (también inspeccionados), se encantaron muestras biológicas o sangre de la niña que apunten a la presencia de Mari Luz en la casa donde presuntamente habría muerto la niña. La pruebas de lumimol (un compuesto químico que se utiliza para detectar trazas de sangre) que se realizaron de forma "selectiva" dieron negativas. En este registro sólo se encontraron un cordón blanco atado en el pasamanos de la escalera y algunas prendas en el sótano; los resultados sus análisis se conocerán en la quinta sesión, hoy.

El equipo científico de apoyo llegado de Sevilla participó también en el examen y recogida de evidencias del vehículo de Rosa del Valle, que supuestamente se utilizó para trasladar el cuerpo de la niña desde El Torrejón a las proximidades del Estero del Rincón. Según este testimonio, el luminol dio también negativo en el caso del coche (se mandaron piezas enteras a examinar), del que en una tercera revisión (después que fuera encontrado el cuerpo sin vida de la niña), se tomaron muestras de los bajos del vehículo de las llamadas Tierras Raras, en colaboración con el grupo de investigación de Geología Costera de la Facultad de Experimentales de la Universidad de Huelva, para comparar estas tierras con las que se encontraban en la ropa y en el cadáver de la niña.

De hecho, tras el cotejo de estas tierras, los expertos concluyeron que el cuerpo per maneció todo el tiempo en una zona interna de la marisma, en una charca, hasta que el 7 d e marzo de aquel año la corriente y el viento lo sacaron de la zona en la que se encontraba y lo arrastraron hasta el punto en el que fue avistado por los empleados de la Refinería, un recorrido de 5.200 metros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios