Andalucía

"El sector inmobiliario debe habituarse a que no volverá a ganar un 200%"

  • El urbanista analiza las razones del estallido de la 'burbuja' y defiende el papel de lo público para suplir a la iniciativa privada

-Ha llegado a redactar 18 planes generales al mismo tiempo. ¿En cuántos trabaja ahora?

-El paquete de trabajo es similar, aunque en fases distintas. Trabajamos en Madrid, Valencia, Extremadura y Cataluña, además de en Andalucía.

-¿Los ayuntamientos le pagan?

-Nuestro déficit de cobro es importante. No se atisban trabajos nuevos. Existe cierto parón. Y no lo entiendo: en tiempos de crisis es justo cuando habría que reflexionar sin presión.

-¿Arquitectura?

Estamos haciendo la Escuela de Enfermería de Granada en el Campus de la Salud.

-¿Cómo afecta el cambio de ciclo económico al urbanismo?

-Las cosas nunca serán ya como antes. Los promotores compraban suelo incitados por el crédito bancario. La promoción volverá a la situación previa: habrá que ser dueño del suelo y que éste sea apto para ser edificado. Estos años hemos asistido a la paradoja de que los constructores compraban terrenos rústicos, para cultivar, por razones financieras. La crisis inmobiliaria está provocada por estos lodos. La ley del suelo cambia el sistema de valoraciones, lo que provocará que los activos de las inmobiliarias se modifiquen.

-¿Y eso es algo bueno?

-Con independencia de que algunos tendrán una situación complicada, atemperará el precio de las cosas. Se dice que el precio de la vivienda no va a bajar más. En mi opinión en algunos sitios, no; pero en otros, sí. Parte del excedente de viviendas no se podrá digerir. Irán a las amortizaciones empresariales.

-Algunos creen que esto será una cosa temporal.

-Nadie piensa que esto vaya a ser un paréntesis. La crisis se produce porque la producción inmobiliaria se entiende como un valor de cambio, no de uso. Se construía sólo para especular. Era el juego de la silla. Al final hay quien se ha quedado sin sentarse y otros que han ganado mucho dinero. Se han llevado varias sillas a su casa. La banca también habrá sacado sus lecciones.

-Hay quien piensa que en Andalucía mientras más leyes urbanísticas existen menos se respetan.

-Ha existido mucha efervescencia normativa. Tras la nueva ley del suelo del Estado, con el cuerpo normativo existente, y con independencia de la necesidad de desarrollar los reglamentos, deberíamos entrar en una etapa de tranquilidad. Los ayuntamientos deben planificar sus ciudades sin presión, pensando en los intereses generales. Hay que culminar procesos de ordenación territorial, que ahora sufren un parón. Debemos aprovechar estos años de digestión para tener todos los papeles hechos y las decisiones tomadas para cuando se reactive el ciclo económico.

-Andalucía sufre cierto retraso en ordenación territorial.

-Los problemas están concentrados en las áreas metropolitanas y en el litoral. Hay zonas sin abordar, como Córdoba, el Campo de Gibraltar, Almería o Jaén. También la red de ciudades medias, donde empieza a ser preocupante la pérdida de población. Debemos reflexionar sobre el papel de estos territorios. Si uno mira una fotografía área verá que en Andalucía está encendida la costa y apagado el interior, lo que causa desequilibrios que hay que evitar con planificación territorial, no sectorial.

-¿Cómo se financia el urbanismo en tiempos de crisis?

-Las inversiones de las administraciones son y serán las territoriales. Las urbanísticas dice la legislación que deben pagarlas aquellos que se benefician del desarrollo urbano. En el Plan de Sevilla, por ejemplo, aseguramos las inversiones para las infraestructuras. Si el ciclo económico no permite que la inversión privada lo haga, habrá que entrar en los procesos públicos para resolver las necesidades de VPO y de equipamiento. No es deficitario.

-Pero si el ladrillo no es negocio...

-Hombre, ya no se podrán cubrir las expectativas de la transacción inmobiliaria especulativa. Los planes generales tardarán más en realizarse, pero cubrir las necesidades generará plusvalía económica, no con 400.000 viviendas, sino con 100.000. El negocio inmobiliario tendrá que habituarse a tener menos beneficios. Los promotores y los banqueros antes ni se planteaban operaciones inmobiliarias que no dieran el 200% de beneficio sobre una inversión que, además, nunca hacían. Cualquier industrial trabaja con márgenes del orden del 7 o el 10% del dinero que invierte. Los fondos de inversión hacen operaciones en las que se garantizan el 6%. Tenemos que ir a ese tipo de urbanismo. Todo será más estricto, pero si existen necesidades habrá producción inmobiliaria.

-¿Cómo se interviene?

-Usando los mecanismos legales. En mi época en Jerez los aplicamos con contundencia. Desarrollamos proyectos inmobiliarios para suelo residencial y económico que pasábamos al sector privado. Cierto tipo de vivienda las hacíamos nosotros. La alianza estratégica fundamental debe ser entre la administración y la banca. En cualquier negocio es más confiable prestarle a una administración que a un particular. Hay más garantías de cobro. La colaboración pública-privada no debería limitarse a las infraestructuras. Se puede usar para las viviendas y los equipamientos. Si las cosas se ajustan a la demanda habrá beneficios razonables.

-¿Qué culpa tiene la administración en el estallido de la 'burbuja'?

-La administración casi siempre responde tarde. Pero no seamos ilusos. La sociedad en la que hemos estado embarcados era especulativa. La gente compraba los pisos para venderlos y ganar dinero. Su responsabilidad es idéntica a la de todos. Era difícil resistirse. El pensamiento general era que todo valía. No se entendía que esta forma de hacer las cosas era pan para hoy y hambre para mañana. No sólo ha ocurrido en Andalucía. En otros sitios aún no se dan por enterados.

-¿La VPO está muerta?

-En España no existe la estructura empresarial de Europa. No hay corporaciones con propiedades inmobiliarias que vivan del alquiler. Aquí todo ha sido promoción para la venta. Es bueno derivar parte de los recursos al alquiler. Pero a medio y largo plazo. No puedes quitar la subvenciones a la venta de VPO de golpe. No estamos preparados. Supondrá un parón. Y no es coherente. Hasta hace nada el discurso oficial era justo el opuesto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios