Andalucía

El segundo intento del PP

  • El PP pide al candidato que mantenga la "cuenta de resultados" y, luego, el salto a la Junta de Andalucía.

"Lo otro no nos funcionó". Quien así se expresa es uno de los triunfadores del congreso del PP, alguien que apoyaba a Juan Manuel Moreno Bonilla, a una renovación diferente a la sevillana que representaba José Luis Sanz. Lo que no funcionó no fue el mandato de Juan Ignacio Zoido, que el PP andaluz habrá olvidado pasado mañana, sino la última estrategia de Javier Arenas para alcanzar la Junta de Andalucía. En efecto, el viejo líder, que sale renacido de este congreso, triunfó al convertir al PP en el primer partido de Andalucía, pero fracasó en su intento de entrar en San Telmo, que fue lo que Mariano Rajoy le encargó ayer a Juan Manuel Moreno. Pero vayamos por partes. Hay matices.

En su intervención, el presidente del Gobierno marcó dos etapas. Primero, le vino a decir a su candidato, hay que "mantener la cuenta de resultados". Rajoy se la conoce bien porque en ello también le va el resultado de las próximas elecciones generales. La cuenta son más de 30 diputados nacionales y más senadores que el PSOE, una suma imprescindible para que Rajoy pueda gobernar de nuevo. Además, la "herencia" que Arenas le deja al malagueño está compuesta de todas las capitales de provincias, cinco diputaciones y la mayor parte de las grandes y medianas ciudades de Andalucía. "El reto es mantener esta cuenta de resultados", le marcó Rajoy. "Y mejorarla, el reto es San Telmo", siguió. Aunque nadie lo reconozca en público, y mucho menos el interesado, el candidato tiene un trabajo por delante de unos seis años. Si Susana Díaz convocase elecciones anticipadas en 2015, algo harto probable, nadie pedirá la dimisión de Moreno si no logra la mayoría absoluta. Ahora bien, la cuenta de resultados, es decir, la mayoría en el Parlamento, o algo que se le parezca, va a ser una obligación.

¿Que aporta Moreno Bonilla que no tuviese el proyecto de Arenas, ese que fracasó en lograr la Junta de Andalucía? Ésta es la verdadera pregunta que se deben hacer sus defensores.

Para comenzar, y por lo que se ha visto este fin de semana, el nuevo candidato quiere conjurar el pasado de señorito que se le adjudicaba a Arenas. En efecto, tanto en su discurso del sábado como en el vídeo que ayer se vio en el congreso, se subraya el pasado normal del malagueño. Su abuelo jornalero fue citado en dos ocasiones, se vio la estación de trenes de Barcelona, donde llegaron sus padres emigrantes, y se pasaron varias fotos de Moreno en la tienda de ultramarinos de sus mayores. Moreno se aparece en el vídeo como el chico del tendero, un joven con un pasado común, metido a política desde muy joven, que conserva las amistades de toda la vida y que hasta las novias las buscó en el PP. Al congreso ha asistido su esposa, su madre y sus hermanas, y en sus lágrimas quedó constancia del reciente fallecimiento de su padre.

Juan Manuel Moreno marcó, además, algunas diferencias respecto a su sucesor, indicativas quizás de una nueva estrategia que apunta a una oposición distinta. Para comenzar, no citó el caso de los ERE en ninguno de sus discursos, y propuso a la presidenta Susana Díaz un pacto por el empleo. "Haré una oposición leal y constructiva", manifestó. Zoido basó su año y medio de mandato en el caso de los ERE, poco más. "Es que es un poco cansino", comentó un presidente provincial en referencia a la instrucción judicial. "Mano tendida", prometió el candidato.

Su origen malagueño puede aportarle también un plus respecto a Arenas. Todos los consultados en el PP coinciden en que, para ganar en la Junta, es necesario "ampliar la base" electoral, y la provincia de Málaga es el principal activo de los populares. Arenas estaba muy identificado con Sevilla y por eso buscó en Almería, su circunscripción, un sello con el que distinguirse del centralismo.

Moreno Bonilla, claro está, carece de la experiencia política de Arenas, que además ha demostrado en este congreso cómo se puede resucitar después de estar muerto y enterrado. Arenas no sólo posee experiencia, sino mucha sabiduría política. El nuevo candidato, sin embargo, aún está en el período de cometer errores. "Andalucía necesita una oportunidad, se merece una oportunidad, yo también me merezco una oportunidad", afirmó en su discurso de clausura sin ruborizarse. Su contrincante, la presidenta Susana Díaz, ha cuidado mucho esto, lo de evitar los errores, aun a costa del silencio.

Moreno necesita ahora fabricar su proyecto, pero la hoja de ruta de Susana Díaz también le ofrece oportunidades. ¿Dará la presidenta un salto a la política nacional animada por los cantos de sirena que se entonan desde Madrid? También este factor es una derivada en el segundo intento del PP.

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