La situación es "de extrema gravedad", coincidieron ayer los máximos representantes en Andalucía de CCOO y UGT unas horas después de conocer que la cifra de parados asciende a 850.000 andaluces, según los últimos datos publicados en la Encuesta de Población Activa (EPA). Las dos centrales anunciaron un calendario de movilizaciones que supone el inicio de la reacción sindical ante la gravedad de la crisis. Del diálogo, que se mantendrá, a la exigencia. CCOO y UGT acordaron en una reunión convocar asambleas y concentraciones de delegados "en defensa del trabajo y de la protección social", es decir, unos 40.000 representantes sindicales en las empresas, con el objetivo de "paliar la sangría del desempleo".

Si continúa la gravedad de la crisis, los sindicatos no descartaron "avanzar en procesos de movilización de toda la radicalidad que sea necesaria", avanzó Manuel Pastrana, secretario general de UGT en Andalucía. ¿Qué margen de maniobra tienen las administraciones para evitar esa radicalidad? "Se verá en su momento", fue la respuesta.

En el aire se respira una amenaza de huelga general que, según Francisco Carbonero, secretario general de CCOO, "son más empresarios que trabajadores los que preguntan por ella". Pastrana coincidió en criticar a "quienes están siempre jaleando a los sindicatos y pretendiendo orientarnos hacia situaciones que no van a facilitar la salida de la crisis".

Las medidas acordadas por CCOO y UGT dadas a conocer en rueda de prensa pasan también por hacer llamamientos a las administraciones públicas, los empresarios, las entidades financieras y los partidos políticos.

Los sindicatos pedirán una reunión urgente con el presidente de la Junta, Manuel Chaves, para que se acelere la aplicación de las medidas que la Junta ha adoptado en los últimos meses y para exigirle una mayor eficacia en la gestión de las mismas, así como la convocatoria inmediata de la mesa para negociar un nuevo acuerdo de concertación social y evaluar el anterior. A Chaves le presentarán un paquete de medidas orientadas al mantenimiento y a la generación de empleo y a garantizar una renta básica para las familias que tengan a todos sus miembros en paro.

UGT y CCOO también plantearán un encuentro con las cajas de ahorro andaluzas, ya que es el "momento de que refuercen su compromiso con el empleo y las empresas", según Pastrana. La crisis no sólo destruye empleo y aumenta el paro, sino que está destruyendo el marco de relaciones colectivas hacia un proceso de pactos individuales entre el empresario y el trabajador que deteriora los derechos sociales y los convenios.

Los empresarios son una pieza clave en esta crisis y hacia ellos dirigieron las palabras más elevadas. "Ya está bien de ese silencio continuado y permanente, un juego del escondite que no puede continuar", criticó Pastrana. Les reclamaron "valentía" para que "los magníficos beneficios que han obtenido en los últimos años y quizás los tengan guardado fuera" los inviertan en Andalucía y los destinen a crear empleo, dijo Carbonero.

También proclamaron un basta ya de broncas entre los partidos políticos "con debates que no interesan a nadie", y les reclamaron respuestas para los trabajadores ante la gravedad de la situación económica. Preguntados por si apoyan las manifestaciones convocadas por los grupos de la oposición, Pastrana y Carbonero negaron la participación de estos sindicatos e incluso las tildaron de "irresponsabilidad". "De los partidos se necesitan respuestas compartidas y es de dudoso interés por un lado movilizaciones a favor del empleo y por otro plantear desregulación laboral o bajada de impuestos, apuntó Pastrana.

Pero con o sin sindicatos, los partidos están también por coger la pancarta. A la convocatoria conocida del 1 de febrero en Sevilla fijada por IU se sumó ayer la del PP para el día 15. La ciudad elegida por los populares será Málaga, en un guiño a esta ciudad para así contrarrestar la discriminación administrativa que, a su juicio, le inflige la Junta.

El presidente del PP-A, Javier Arenas, adelantó que ante la alta tasa de paro en Andalucía está más que justificada esta protesta por un "empleo digno", en la que también se defenderá la necesidad de un pacto social por el empleo, un acuerdo al que invitó esta misma semana en el Parlamento al presidente andaluz, Manuel Chaves, y que volvió a reiterar. Este gesto de "tender la mano" al PSOE, según Arenas, es importante porque el hecho de que los dos partidos se sienten en una mesa sirve para "dar confianza" a la ciudadanía en un momento de "emergencia social".

Este pacto, que el PP quiere que sea similar al de La Moncloa firmado en 1977, se sostendrá en un documento que ya está elaborando y dará pie a unas jornadas en las que se contará con algunos de los expertos que trabajaron por aquel acuerdo de la Transición española.