El temor (lógico) de Andalucía a las dos Españas

Diez negritas.

Diez negritas.

A la polarización áspera de los bloques izq/dcha se suman otras señales inquietantes: la "solución política" de Cataluña, a corto plazo, seguramente pasará por los fondos europeos y la financiación. A eso se le puede llamar "solución política", claro, pero va a acentuar la frustración territorial. Y éste es un país que tiende a la resignación –la gestión del estado de alarma deja muchas lecciones sobre la sociología nacional– pero que, aunque hierve lento, acaba hirviendo. Hay demasiados aprendices de brujo en política haciendo experimentos y no precisamente con gaseosa. El café para todos, nunca del todo real, fue un razonable arreglo para equilibrar España. Se frenó la España de las dos velocidades, que ahora resurgen en el tablero, bajo un clima de polarización cada vez más enconado. Hay un temor lógico en Andalucía a quedar relegada en ese tablero, después de una década sufriendo una mala financiación. Al menos aquí, eso sí, se intuye que la oposición de Juan Espadas a la presidencia de Juanma Moreno, ambos con perfiles conciliadores y pactistas, puede generar mejores sinergias. A ver lo que dura. Ni Moreno ni Espadas encajan en el prototipo de dirigente en España, donde, como decía el poeta Gil-Albert, "el líder de un partido político no quiere triunfar sobre su opositor, sino verlo morder el polvo".

¿Quién cree a Pedro Sánchez?

No parece fácil creer a Pedro Sánchez sobre el reparto de los fondos. Su agenda catalana es la prioridad y ya ha demostrado que está dispuesto a pagar un precio alto. Hacerlo en dinero es lo que le saldría más barato. A él.

1.- Pedro Sánchez

"Señorías, no habrá referéndum de autodeterminación.... Ya les digo yo que el PSOE nunca jamás aceptará ese tipo de derivadas".

Rápidamente se recuerda su "no podría dormir con Pablo Iglesias de vicepresidente" o "me avergüenzan los indultos a políticos".

2.- Gabriel Rufián

"Sr. presidente, usted ha dicho que nunca habría un referéndum de autodeterminación. La verdad es que también dijo que nunca habría indultos. Denos tiempo".

Cuando no te creen tus aliados, ¿cómo van a creerte tus adversarios? Esto de Rufián tiene muy mala baba, y no sólo por el tono chulesco de la amenaza, sino porque transmite que Sánchez es ese estereotipo político cuya palabra no vale nada.

3.- Pablo Casado

"Le están diciendo, primero, que es un mentiroso; que no le creen ni sus socios. Es algo patético".

¿Y quién cree a Pablo Casado?

Desde luego Casado no cree a Sánchez. Pero esto es irrelevante. Sorprende que Casado haga esa oposición sin matices, sin dejar siquiera margen a una subordinada de tonos grises. Todo va a golpe de hachazo retórico. Muy lejos ya del Casado que noqueó la moción de Abascal con un discurso moderado de fuertes convicciones en la democracia liberal, granjeándose elogios desde el empresariado, con esos Bonet y Garamendi a los que ahora patea, hasta, incluso, Manfred Weber, líder de los populares europeos. Esta semana, tras arrancar con el unamuniano "me duele España", acabó en un esquema de la Guerra Civil sonrojante. Está atrapado entre el marcaje a Vox y el auge en las encuestas.

4.- José María Aznar sobre Ayuso

"Es probablemente la figura política más relevante de España".

Tal vez esto explique algunas cosas. Casado no sólo tiene que hacer un marcaje a Vox, sino a la líder emergente en sus propias filas, que ha sabido ocupar buena parte del espacio de Vox sin dejar de absorber a Ciudadanos.

Moción no, elecciones andaluzas

Por eso Casado quiere llegar cuanto antes al poder, ahora que las encuestas apuntan a una mayoría de la derecha. Los tiempos no le acompañan. Pide elecciones a Sánchez sabiendas de que no va a dimitir, por más que se lo pida en cada sesión de control, en cada entrevista, en cada foro... Y trata de que haya elecciones andaluzas, para cebar, como en Madrid, el deterioro de Sánchez.

5.- Santiago Abascal

"Señores del PP, asuman su responsabilidad y presenten una moción de censura contra este Gobierno".

6.- Inés Arrimadas

"Es usted tal peligro [Sr. Sánchez] que, desde luego, yo le digo, señor Casado, que si presenta una moción de censura, no tenga ninguna duda de que la apoyaremos. No tenga ninguna duda".

Casado no va a presentar la moción, no para perder, no después de haber creado la teoría delirante de que la moción de Sánchez en 2018 lo sacaba del bloque constitucional. Por eso Casado va a insistir en elecciones en Andalucía, que es otro modo de presionar a Sánchez. En lugar de asumir riesgos, trata de forzar a que los asuman otros. Y tiene a Hervías en Génova trabajando en el destrozo a Ciudadanos, con frentes en Granada, Jaén... aunque perjudique al Gobierno andaluz.

Desempedrando, que es gerundio

Sánchez no va a adelantar, e incluso se da el gusto de desafiar a Casado a la moción. Tiene tres años para que la cosa en Cataluña esté, o parezca, encarrilada. No será fácil. Y tanto menos si para ello tiene que debilitar al arquitectura institucional del Estado, como ya sucede con el Tribunal de Cuentas.

7.- Artur Mas sobre el Tribunal de Cuentas

"Se abusa del marco legal para llevar a personas que defendemos determinadas ideas a la indefensión total y absoluta, con ánimo de venganza y de castigo también total y absoluto".

Resulta particularmente estupefaciente el comentario de Sánchez sobre el hecho de que "una ex ministra de Aznar decidirá sobre las multas". Eso, cuando has nombrado a una ministra tuya para fiscal general de la noche a la mañana, requiere un buen cuajo. En todo caso, desacreditar el Tribunal de Cuentas es una operación impropia de un primer ministro. El independentismo está una campaña de derribo dentro de Operación Impunidad, claro, pero no se esperaba ver ahí al presidente sumándoseles con la piqueta.

Le chiringuito ces’t moi

La credibilidad de la política atraviesa un mal momento, aunque seguramente la credibilidad de la política siempre ha atravesado un mal momento. Eso sí, hay episodios que llevan esto al esperpento, rebajando el drama al ámbito de la farsa.

8.- Toni Cantó

"El chiringuito soy yo. No hay otra estructura que yo".

Claro, Toni, eso es un chiringuito: algo sin más estructura que una prebenda ad hominem. Por demás, lo formidable de Cantó no es ese chiringuito del español en Madrid, donde el mayor problema que tiene el español es el laísmo. Chiringuitos, en definitiva, hay tropecientos por todo el país, llámense observatorios o de otro modo. Lo formidable es que Cantó llegue ahí después de una larga trayectoria denunciando los chiringuitos. Por momentos parecería que Ayuso, al darle no una consejería sino un chiringuito, se venga de que se lo impusieran, humillándolo. Es una versión quizá demasiado sofisticada, pero no desdeñable. En todo caso, es un final clásico en los grandes paladines de la moral: acabar enfangado en aquello contra lo que luchaban. El furibundo Savonarola de los chiringuitos se ha convertido en chiringuitero, como ese moralista húngaro del Parlamento europeo que fue sorprendido en una orgía homosexual en Bruselas.

Pensiones y 'baby boomers'

9.- José Luis Escrivá

"[Los baby boomers] no verán mermada su pensión; podrán elegir entre un ajuste pequeño en su pensión o alternativamente podrían trabajar algo más".

Escrivá tiene un defecto insólito en un político, más bien propio de niños y borrachos: decir la verdad. Después, claro, le hacen rectificar. Para eso está en política. ¿Cómo se le ocurre decir que esta generación tendrá que cobrar menos o trabajar más porque no va a llegar para sus pensiones... siendo obvio que esta generación tendrá que cobrar menos o trabajar más porque no va a llegar para sus pensiones? Escrivá estropeó el programa de Producciones Moncloa en la enésima superproducción propagandística de la temporada desnudando la verdad, y no por exigencias del guión, sino saltándose éste.

¿Estilo juan espadas?

10.- Juan Espadas

"Si para gobernar, la clave está en la estabilidad, en la estabilidad institucional; para hacer oposición hay que saber, también, que la coherencia en política te lleva a que, cuando la necesidad de los ciudadanos es justamente esa estabilidad para salir de una situación de emergencia, eso debe preservarse por encima de cualquier otra estrategia cortoplacista desde el punto de vista electoral. Esto a veces en la oposición nos cuesta trabajo entenderlo, porque parece que la oposición es chillar cuanto más alto, mejor; o decir cuantas más barbaridades, mejor".

Bien Juan Espadas ante el Comité Federal. También al reclamar, en presencia de María Jesús Montero, un modelo de financiación justo con Andalucía, tras una década desastrosa para la comunidad. Desde el Gobierno andaluz le piden a Espadas que vaya más allá de las buenas palabras, y demuestre que su estilo no es un modo de decir las cosas, sino un modo de hacer las cosas. Y lo ponen a prueba: la negociación de la ley del suelo. Próxima estación.

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