desaparición de ruth y josé

Entre la tristeza y la calma

  • Después de cinco meses, los padres de sus compañeros no olvidan mientras aislan a sus hijos del suceso · El centro trata de mantener estos días la normalidad

Hoy se cumplen cinco meses sin Ruth y José. En el colegio de la niña lo tienen muy presente. No olvidan a los dos hermanos desaparecidos, pero tratan de encontrar la normalidad. Angustiosa normalidad. Por un lado, las inevitables preguntas de los compañeros más allegados. Por otro, el deseo de los padres y docentes de mantenerlos al margen, para minimizar el miedo y el sufrimiento.

Hace cinco meses que las salidas del colegio no son las mismas. A ningún padre se le olvidan esos niños que pudieron ser los suyos. Anteponen su condición para sentir cerca el dolor ajeno. Se identifican con la familia materna y, los más atrevidos, hablan del padre y no encuentran explicación.

También los hay que prefieren no hablar del tema. Conocen a la familia. Compartieron esperas con José Bretón y el mundo se les descuadró con la desaparición. Más aún para mostrar sentimientos con sus hijos y nietos de la mano.

"Como padres, y también sin serlo, todo esto provoca mucha tristeza. Es inexplicable que alguien pueda hacerle daño a unos niños. Es lo peor", apunta Alejandro.

"Tengo perplejidad e indignación. Supongo que como cualquier otro padre", asegura Ignacio.

Hay preocupación y cercanía. De nuevo, el corporativismo paternal. "Sólo podemos expresar nuestra solidaridad", dicen varios. "No faltamos a las concentraciones para expresar nuestro apoyo", señala Tere. "Todos los días -añade Gertrudis- los tenemos presentes y hablamos de ello".

Otra madre, Mari Ángeles, cree que debería haber más respaldo mediático para "que no caiga en el olvido". Y en la misma línea se pronuncia el director del colegio, el Federico García Lorca del Huerto Paco, que agradece "el apoyo de la prensa", al mismo tiempo que pide cuidado en el tratamiento de la información.

En el interior del centro no hay ninguna referencia a Ruth y José. No hay carteles ni fotos. E incluso en la clase de la niña se ha retirado su material para evitar la sensación de ausencia entre los niños.

"No hemos permitido que entraran nuevos niños en esa clase para que no parezca que se la sustituye", cuenta el director, José Romero. El objetivo no es otro que "mantener la normalidad absoluta" para preservar al alumnado. "Lo que hagan de puertas para afuera es responsabilidad de sus padres, pero aquí entendemos que es lo mejor", asegura.

Muchos padres siguen la misma línea. "Mi hija pregunta de vez en cuando por Ruth, sobre todo en fechas señaladas. No le mentimos, pero tratamos de evitar que oiga todo lo que se está diciendo", comenta Francisco Javier. Él mismo reconoce que entre los profesores se mantiene la preocupación de forma viva. También en la guardería de José, Los Clarines, muy cercana y con mucho alumnado común.

El director también lo confirma. "Los maestros están muy sensibilizados, pero poco más pueden hacer. Muchos vamos a las concentraciones, y siempre se recuerdan los actos en la sala de profesores", explica José Romero.

La próxima ocasión será hoy mismo, en la concentración semanal de la Plaza de las Monjas a las 18:00. Allí habrá padres y profesores arropando a la familia materna, que no se rinde. Ayer mismo se volvió a dirigir a José Bretón para "que diga la verdad". Es el deseo de esclarecer los hechos cuanto antes.

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