Turismo El sector busca fórmulas para mantener el nivel de ocupación en tiempos de crisis

El último cuatrimestre ha roto la tendencia al alza del turismo andaluz

  • Hasta junio las ventas subieron, se estabilizaron hasta mitad de agosto y después bajaron · Los contratos para 2009 van bien, pero es muy pronto para saber si será un buen año

Andalucía aspira a repetir este año los 16.400 millones de euros de ingresos por turismo del año pasado. A pesar de la crisis económica mundial, la previsión para 2008 es similar al récord de 26 millones de visitas a la región. Este es uno de los tres sectores que mejor resisten la crisis en la comunidad autónoma. Junto a la agricultura, que además de un buena temporada de lluvias tiene un colchón de 1.775 millones de euros anuales de subvenciones europeas. Y el transporte, que se ha recuperado de las angustias del precio del combustible, con la bajada del barril de petróleo.

En turismo, el año ha sido tan bueno como desigual. Empezó muy prometedor, pero terminará con peor color. En opinión del primer hotelero andaluz, el almeriense José María Rossell, presidente de Hoteles Playa, se puede dividir 2008 en tres partes: "Hasta el mes de junio, las ventas iban mejor que en 2008. En todo caso, en las reservas de última hora y ultimísima hora ya se notó más flojo. En verano, hasta mitad de agosto se puede decir que la temporada fue como la del año pasado. Pero desde entonces hasta ahora las ventas han caído".

En vísperas de la feria de turismo más importante de Europa, la World Travel Market, que se celebra en Londres, los datos que maneja la Consejería de Turismo equiparan este año con 2007. El consejero, Luciano Alonso, ha destacado la importancia estratégica del turismo británico para Andalucía, porque supone el 11% del total de visitantes de la región. De los 26 millones de turistas del año pasado, un 39% fueron internacionales, unos tres millones de británicos. Este es un colectivo en leve regresión, que habría caído un 2,6% en lo que va de año en Andalucía, según el boletín de coyuntura de la Secretaría de Estado de Turismo. Esta misma fuente señala que el turismo alemán ha caído en Andalucía un 4,5% y el francés, por el contrario, habría subido en un porcentaje similar, de 4,5 puntos.

El boletín de coyuntura turística del Gobierno sitúa a Andalucía como tercer destino turístico español, tras Baleares y Cataluña. Y contabiliza un descenso de la afluencia de extranjeros del 1,8% en el conjunto del año. Esta disminución de los visitantes internacionales ha sido paliada por el aumento del turismo nacional y andaluz. Este año, la previsión es que casi un tercio de los turistas totales en Andalucía procedan de otras provincias de la región, aunque no hay una estadística precisa al efecto. Lo que sí se sabe es que la fidelidad del turista español es mucho mayor que la del extranjero: casi la mitad de los viajeros nacionales estuvieron en Andalucía el año anterior. Esta fidelidad es del 23% en los británicos, del 17% en los franceses y del 15% en los alemanes, según la Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía (ECTA) de la Consejería.

El presidente de Hoteles Playa apunta que la estadística de visitantes hay que corregirla a la baja "porque se están recortando las estancias; se pasa de 10 a seis días o de 11 a nueve y se reduce el gasto". La ECTA tiene establecido que la estancia media de un turista español es de siete días; de 10,8 el británico; de 12,4, el francés; y de 12,8 días, el alemán. Rossell afirma que su volumen de negocio este año será similar a 2007, pero que otros colegas tienen descensos en su facturación de dos dígitos. Es un dato que corrobora el presidente del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), Joaquín Aurioles, que destaca que a los hoteleros no les ha ido mal el año, pero en el sector de restauración se han dado descensos del 30, "quizá debido también a una fuerte bajada de la demanda del consumidor local".

Los empresarios del turismo han resistido mejor los primeros embates de la crisis financiera, porque su endeudamiento era menor que en otras actividades, pero la falta de liquidez en los bancos y la reducción del crédito afecta a los turistas que pedían préstamos para viajar, y la restricción de este tipo de créditos puede aumentar. Rossell señala que las perspectivas para el año que viene no son malas, pero tampoco son significativas: "En Alemania han salido los folletos vacacionales de 2009 en el mes de octubre; si se compara con otros años las ventas son razonables, pero es pronto para saber cómo será el año".

Aurioles apunta que si la crisis es larga, los nuevos turistas que surjan en el futuro estarán más cerca del modelo japonés, de viaje organizado, en grupo y con gasto en origen. Esto rompería con el estilo del moderno viajero que se incorporó a este mercado en los últimos años, que programaba su viaje de manera individual y personalizada. En todo caso, y a pesar de los estereotipos, el turista sigue buscando en Andalucía sol y playa en primer lugar, con un 52,1% según las estadísticas de la ECTA. Le siguen preferencias como las visitas a monumentos y museos (39,7), la observación de la naturaleza (33,7), zoos o parques temáticos (28,8) o la práctica de deportes (10,7).

Rossell celebra que en eventos como la WTM la Administración autonómica apoye la venta de producto y no de imagen. Y espera que la Junta dé más libertad al mercado para reconvertir plazas hoteleras obsoletas y más margen para plazas residenciales junto a campos de golf. Al conjunto de las administraciones le reclama instalaciones deportivas y ambientales, como parques y jardines, para que el turismo siga siendo un baluarte andaluz contra la crisis.

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