Un nuevo vertido de hidrocarburos volvió a manchar ayer las costas del Campo de Gibraltar. Esta vez le tocó a La Línea. El dique del puerto de Poniente amaneció completamente cubierto de una capa negra de fuel, así como manchas de ese material en el pantalán donde actualmente se construye el puerto deportivo.

Un grupo de operarios de Egmasa, contratado por la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), efectuó los trabajos de limpieza en el área afectada. Capitanía Marítima confirmó que el vertido de ayer y otros registrados en estas costas durante el mes pasado proceden del buque Ropax 1, que chocó con la monoboya de Cepsa el pasado 13 de diciembre en aguas del Estrecho.

La inspección realizada por Capitanía reveló que este barco portaba 14 toneladas de fuel en el momento del accidente. Aunque una primera revisión ratificó que la grieta que sufrió el navío no coincidía con los tanques de combustible, una investigación posterior puso de manifiesto que el buque tenía otro contenedor construido ilegalmente.

El tanque ilegal carecía de la autorización del Estado de la bandera, Reino Unido, así como de la autorización de la sociedad de clasificación, un organismo privado encargado de velar por la seguridad de las vidas humanas, de los buques y del medio marino. El estudio mostró además la existencia de 30 deficiencias en el barco.