Una expresión resume la lectura que hace la Junta de los resultados electorales del 25-M: el PSOE y sus políticas han recibido una confianza "en su punto", dijo ayer la consejera de la Presidencia en funciones y portavoz, Mar Moreno en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Moreno asumió el "toque" que han dado las urnas a los socialistas "con humildad", pero sin ocultar la satisfacción que ha producido ese resultado "antológico", "épico", a tenor de lo que decían las encuestas y del clima previo. "Los andaluces han dicho con claridad lo que quieren y lo que no quieren", interpretó Moreno, para trazar la línea entre los 2 millones que han votado a PSOE e IU, el voto progresista, frente al 1,5 millones del PP, el voto conservador.

Los responsables socialistas no tiene ningún pudor en agasajar a IU, eso sí, sólo un par de días después de sentirse profundamente aliviados de que el PP no consiguiese la mayoría absoluta.

A partir de la próxima semana comenzarán las negociaciones y es previsible que las exigencias de IU aspiren a sacar el máximo botín posible. De la línea de defensa socialista aún no hay rastro y no hay la menor intención de molestar a IU, que podría ser socio de gobierno a pesar de que diversas voces le aconsejan que pacte sólo políticas concretas.

Por la cabeza de ambos no pasa conceder la mínima esperanza al PP, la fuerza más votada. Ante la petición ayer de un gobierno de concentración del presidente del PP-A, Javier Arenas, Moreno subrayó que la "preferencia" del secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta en funciones, José Antonio Griñán, es "apostar por el entendimiento entre las fuerzas progresistas" sin que ello suponga "excluir del diálogo político y parlamentario" al PP-A como "fuerza más votada".

Mar Moreno será junto a Susana Díaz, secretaria de Organización, y Mario Jiménez, portavoz parlamentario, quienes comanden la negociación por parte socialista.

Moreno aseguró  que lo más importante es lograr la estabilidad sobre la base de un programa común.  "El entendimiento entre los dos partidos lo vemos como una enorme oportunidad para Andalucía y para dar ejemplo de entendimiento razonable, sensato y responsable entre las dos fuerzas a futuro", señaló.

Moreno no quiso pronunciarse sobre el hecho de que el coordinador general de IU, Diego Valderas, señalara que la  Presidencia del Parlamento no debería recaer "en el mismo partido" que gobierne, tenga o no mayoría absoluta. "No vamos a estar negociando vía teletipo, sino en una mesa cara a cara y con seriedad", contestó Moreno.

Más llamativa fue la intepretación que la consejera en funciones hizo de la gestión de Griñán. La imposibilidad de que el PP alcance el gobierno por sí solo le dio a Moreno argumentos para asegurar que, a pesar de la pérdida de votos de los socialistas,  los andaluces han valorado la labor del presidente, en la Junta y en el partido.

A su juicio, se ha valorado el "esfuerzo" en una gestión económica que ha permitido que Andalucía tenga unas cuentas públicas   más que razonables, el mantenimiento de las políticas sociales, o la gestión ante un caso tan "deleznable" como el de los ERE, que se ha abordado "con honestidad, asumiendo que había problemas e irregularidades y rechazando de plano las mismas, tomando la iniciativa en su denuncia".