Una desamortización en toda regla. Así podría definirse uno de los propósitos que Podemos incluye en el programa con el que se presenta a las elecciones del 22 de marzo. El partido cuya candidata a las autonómicas es Teresa Rodríguez apuesta por que se devuelvan al Estado todos aquellos bienes inmatriculados por la Iglesia católica, de los que cita la Mezquita de Córdoba y la Giralda de Sevilla.

El punto en el que nombra estos dos monumentos se encuentra casi al final del programa, en el capítulo que alude a la "regeneración social a través de la cultura y la sociedad del conocimiento". Entre las medidas propuestas para tal fin, el partido que lidera a nivel nacional Pablo Iglesias establece en el punto número 16 la de "reforzar el carácter público y común de los bienes patrimoniales de propiedad pública y privada, recuperando como bienes públicos las inmatriculaciones de patrimonio realizadas por la Iglesia católica, como la Mezquita de Córdoba o la Giralda".

Este punto aviva la polémica surgida los últimos meses sobre el intento de la Junta por que la Mezquita sea de dominio público, objetivo al que se suma Podemos, aunque a él añade también el alminar de la antigua mezquita de Sevilla, propiedad del Cabildo Catedral. El partido morado desea que esta torre, de época almohade y coronada por un campanario cristiano, sea propiedad pública, lo que supondría la expropiación a la Iglesia de un bien de incalculable valor.

El Arzobispado de Sevilla, como adelantó este periódico, inscribió la Catedral -junto con la Giralda y el Patio de los Naranjos- en el Registro de la Propiedad en febrero de 2010, tres meses después de que monseñor Asenjo fuera ya el único titular de la Diócesis de Sevilla. El prelado hispalense se adelantaba a cualqueir debate que pudiera surgir sobre la gestión del principal templo metropolitano y su torre, como ocurrió en el caso de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Precisamente el templo de la antigua ciudad califal fue inscrito a favor de la Iglesia católica cuando monseñor Asenjo ocupaba la sede la diócesis vecina.

A través de esta fórmula la Catedral y la Giralda quedaban blindadas. Se realizó, además, gracias al procedimiento exprés del que goza la Iglesia católica en función del artículo 206 de la Ley Hipotecaria. La entidad que ostenta la propiedad registral es el Cabildo Catedral, órgano rector del templo metropolitano que posee personalidad jurídica civil. Tanto la Catedral como la Giralda se autofinancian mediante las visitas turísticas que reciben, unos ingresos que suponen, además, una fuerte inyección económica a las arcas del Arzobispado.

Llama la atención que Podemos sólo cite en esta "recuperación" del patrimonio público monumentos que en su origen sirvieron para el culto islámico y que tras la Reconquista pasaron a manos de la Iglesia católica.