Andaluzas 22M

Los vigilantes de la campaña

  • La Junta Electoral es el protagonista más desconocido pese a ser el garante del proceso Esta vez tiene el objetivo de acelerar los plazos

La Junta Electoral de Andalucía es la protagonista de la campaña menos conocida. Carece hasta de fotografía que la retrate. Este órgano, una especie de notario del proceso electoral, está compuesto por cuatro jueces del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía elegidos por sorteo, tres profesores universitarios a propuesta de los partidos y un letrado del Parlamento. Sus reuniones se producen en la sede de la Cámara y son secretas. El Parlamento presta una oficina de apoyo con seis funcionarios.

La Junta Electoral toma protagonismo en periodo electoral, pero está constituida toda la legislatura (tramita las iniciativas legislativas populares, por ejemplo). El registro de los partidos que concurren el 22 de marzo y la verificación de las declaraciones de bienes de los candidatos ha supuesto la mayor carga de trabajo en las últimas semanas, con jornada laboral incluida el Día de Andalucía.

A esto se unen las denuncias de los partidos políticos, que han llevado a convocar las reuniones una vez por semana como mínimo. Hasta la fecha, este órgano se ha pronunciado en 14 resoluciones y tres instrucciones. La última semana la palma se la llevaron los planes de cobertura de las televisiones públicas.

El objetivo, más si cabe ante una convocatoria electoral tan precipitada, pasa por agilizar los plazos. "Es la primera vez que hemos conseguido que todos los trámites se hagan por correo electrónico", se felicita en su despacho Elia Montero de Espinosa, jefa de Negociado de la Junta Electoral de Andalucía (JEA) y para nada nostálgica del fax, el burofax, el correo certificado o del chófer que llevaba el papel con membrete al representante de un partido. En un armario de la oficina donde recibe Montero de Espinosa se custodia el proceso electoral de 1991 a la espera de un escaneo. "Eso no va a pasar en estas elecciones", se conjura la funcionaria.

Montero de Espinosa recuerda que hasta hace muy poco tiempo un funcionario se quedaba de guardia hasta medianoche, con el sello correspondiente en la mano, para registrar las demandas de los partidos. Esta vez el correo electrónico facilitó que un partido registrase su candidatura a las 23:58 del último día disponible.

Los representantes de los partidos políticos están satisfechos. Ahora reciben la respuesta a sus denuncias sin esperar a la tediosa comunicación oficial que les llegará días después. Los propios miembros de la Junta Electoral han visto acomodadas sus funciones. Ahora utilizan la herramienta dropbox para compartir documentos. Por correo electrónico hay comunicación con las juntas electorales provinciales (sólo un funcionario, la mayoría de las veces, sobrepasado) y la Junta Electoral Central, en Madrid, donde llegan los recursos.

[Interrumpe un funcionario. Montero de Espinosa le recuerda que lo quiere todo escaneado].

Los partidos minoritarios son los que más trabajo han dado. A las elecciones andaluzas concurren 22 partidos, una coalición electoral y una agrupación de electores, 14 menos que en 2012, en parte, por la convergencia en Podemos de partidos como Equo o una escisión de Los Verdes.

Muchos no encontraban a gente para conformar sus listas. "De momento, no tenemos niñas", se excusó en primer término el partido Local y Global, que se presenta sólo en Sevilla. En Almería comparece el Partido Republicano Independiente Solidario Andaluz (el RISA).

Montero de Espinosa resalta que a todos, grandes o pequeños, se les trata por igual, y cree que ésa es la impresión que se llevan. Aunque, por supuesto, hay diferencias notables entre ellos. Uno de los últimos sobresaltos ha sido la instrucción para la designación de representantes de los partidos en las oficinas consulares. Sólo PSOE y PP han cumplido. Las declaraciones de bienes también las han presentado la mitad de los más de 2.000 candidatos.

[Interrumpe Plácido Fernández Viagas, letrado del Parlamento. Reflexiona sobre la decapitación de Luis XVI y el papel del periodismo en la espectacularización de la política. Busca el número de la presidenta de la Junta Electoral, la magistrada María Luisa Alejandre].

En paralelo llegan las denuncias de los partidos por supuesta vulneración de derechos. Podemos ha conseguido más minutos de entrevista en las televisiones públicas al esgrimir su representatividad tras los resultados de las elecciones europeas, un camino que trazó UPyD en 2012. Ciudadanos se ha quedado fuera de este logro por no recurrir.

La Junta Electoral no actúa de oficio, sólo si existe denuncia previa. Dan 24 horas a los demandados para presentar alegaciones y, aunque tienen cinco días para resolver, están acortando los plazos de respuesta gracias al uso de estas herramientas tecnológicas.

[Interrumpe, de nuevo, una llamada telefónica. Aunque no es el lugar indicado, ciudadanos particulares alegan todo tipo de excusas para evitar las mesas electorales. No son los únicos. Jueces, secretarios judiciales y funcionarios temen que les toque también vigilar las elecciones municipales, ya que son cien días los que tienen que permanecer de revisión después de las autonómicas y no habrá tiempo para otro sorteo].

La tecnología también plantea retos. Una de las incertidumbres de la Junta Electoral son las actuaciones sobre los contenidos en internet. ¿Cómo se controla el llamamiento al voto fuera de plazo en una página de Facebook? ¿Y cómo sancionar a las páginas que suplantan la identidad de los partidos políticos?

La Junta Electoral inicia la campaña con esa laguna, y sin dominio propio en la web. Como los tiempos tampoco han cambiado tanto, un vigilante, pero no un funcionario, sino de la seguridad del Parlamento, custodia por las noches el sello de registro por si el representante de un partido político llega corriendo con un papel.

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