Reportaje

Las víctimas del 11-M, una historia de desunión

  • Las tiranteces entre la Asociación 11-M y la AVT han sido constantes. Acudirán conjuntamente a la misma en la Almudena con los Reyes pero conmemorarán los diez años por separado.

"Es el décimo aniversario del 11-M. Tú no tienes a tu hija Miriam, yo no tengo a mi hijo Daniel. ¿No crees que deberíamos hacer un esfuerzo para hacer algo conjunto?".  Pilar Manjón, la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, abordó a Ángeles Pedraza, su par en la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), tras un acto en el Congreso de los Diputados, en Madrid, y ambas acordaron conmemorar de la mano los diez años del peor atentado terrorista en la historia de España. Se trataba de poner fin a una historia de división que comenzó pronto. De al menos -como dijo Manjón a Pedraza- "quitarle a la prensa el titular del día siguiente: Las víctimas, desunidas", en el décimo aniversario de la matanza en la que perdieron la vida 192 personas y más de 1.800 resultaron heridas en cuatro trenes de Madrid. 

La de las víctimas del 11-M es una historia de desunión que comenzó pronto y que en buena medida marcó el gobierno del Partido Popular de José María Aznar con su insistencia en atribuir a ETA los atentados, tres días antes de las elecciones generales. "La verdad es la que está escrita en la sentencia", dice Manjón. El tribunal de la Audiencia Nacional que condenó en 2007 a 21 de los 28 acusados en el juicio por la masacre consideró acreditado que los atentados fueron obra de una célula islamista inspirada por Osama ben Laden. Siete de los terroristas que colocaron las bombas no fueron juzgados porque se volaron por los aires en una vivienda de la localidad madrileña de Leganés tres semanas después de los atentados. Pedraza no coincide con ella. Y sus palabras remiten a lo que se conoce como teoría de la conspiración y que, como mínimo, apunta vínculos de la célula islamista con ETA. "A nivel político me gustaría que se siguiera buscando toda la verdad del 11-M", dice. Sigue pidiendo al gobierno "saber toda la verdad"

La asociación de Manjón nació en 2005 como sucesora de una plataforma de afectados que se creó tras los atentados. La de Pedraza existe desde los años 80, cuando comenzó a reunir a víctimas de ETA en la peor década del terrorismo del grupo armado vasco. La AVT de Pedraza se sitúa tradicionalmente cerca del PP. "Cada asociación tiene una tendencia social, política, ideológica", dice Pedraza, que no obstante rechaza que exista división entre las víctimas. "Son más los medios los que hablan de desunión". A la asociación de Manjón, la mayoritaria entre las víctimas del 11-M, se la coloca en la izquierda. "Que nos dejen de hablar de politización", clama ella. "No nos ha llamado nadie del Partido Socialista ni de Izquierda Unida", afirma. "Las asociaciones somos reflejo de la sociedad y la sociedad es heterogénea", dice por su parte Ángeles Domínguez, presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, la otra que nació como la de Manjón tras los atentados. 

En 2007, tres años después de la masacre, los reyes Juan Carlos y Sofía inauguraron frente a la estación de Atocha el monumento homenaje a las víctimas, un monolito de cristal con una gran sala azul con algunos de los mensajes que miles de ciudadanos depositaron en el lugar en el que explotaron las primeras bombas. Fue la última vez que las tres asociaciones de víctimas estuvieron juntas en un acto conmemorativo del 11-M. Cada año, después de aquello, la AVT recordó los atentados en el Bosque del Recuerdo, en el céntrico parque de El Retiro, donde hay un árbol por cada uno de los muertos. La Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo hizo lo mismo en el monumento de Atocha. 

A mediados de febrero, medios españoles comenzaron a anunciar que el décimo aniversario del 11-M uniría por primera vez desde 2007 a las víctimas en un acto unitario, que no se precisaba. Llegar a él, sin embargo, no ha sido un camino fácil ni exento de polémica. Manjón asegura además que las cosas no se hicieron finalmente como se acordó hacerlas. 

El acto central será un funeral de Estado presidido por los reyes Juan Carlos y Sofía en la madrileña catedral de la Almudena, un acto cuya organización inició la AVT de Pedraza sin contar para ello con la asociación de Manjón. "No han hecho el mínimo esfuerzo por hacer cosas conjuntas", se quejaba esta hace unas semanas. "Somos apartidarios y aconfesionales, si algo tiene que haber es un acto civil o ecuménico", decía, recordando que en su asociación hay también víctimas de otras religiones, agnósticas y ateas. "Yo estoy en España y yo creo que lo que hay que hacer es un funeral católico. Podríamos hacer diez funerales: uno ortodoxo, otro islámico... Pero hay que tener la cabeza sobre los hombros. Está abierto para que vaya todo el que quiera. Es imposible poder llegar a todo el mundo", señala Pedraza. 

Manjón, finalmente, irá al funeral de Estado en aras de la concordia y la unidad, dicen en su asociación. El resto de las conmemoraciones en el décimo aniversario de la masacre las hará cada asociación por su lado. Como cada año. 

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