El Gobierno ha respondido a las presiones para adelantar las elecciones generales y ha asegurado tener la firme voluntad de agotar la legislatura porque "en este momento no habría nada más inestable y perjudicial para la solvencia y la credibilidad de España que una convocatoria anticipada de elecciones". Moncloa ha difundido un comunicado con declaraciones del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, el mismo día en que el diario El País publica un editorial donde subraya que "si Zapatero quiere rendir un último servicio a su país debe abandonar el poder cuanto antes".

El Ejecutivo, destaca Jáuregui, "gobierna y está al 100 por ciento de rendimiento en la defensa de los intereses de España". El presidente del Gobierno se ha reunido con la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Elena Salgado, y su equipo para preparar la cumbre extraordinaria de líderes de la eurozona de este jueves, y los próximos Consejos de Ministros.

Al margen de la situación económica, ha esgrimido otras razones en contra de un adelanto de las generales. "A este Gobierno le quedan cosas importantes por hacer", según Jáuregui, que se ha referido a la conclusión del proceso de saneamiento financiero de las cajas de ahorro; la aprobación de más de 25 leyes que se están tramitando en el Congreso y la de los Presupuestos generales para 2012, con el compromiso de reducir el déficit al 4,4 por ciento del PIB.

'Final de ciclo'

El País, bajo el título Final de ciclo, lleva a su portada el editorial, que se une al artículo Esa insoportable levedad que, en el mismo sentido, firma su consejero delegado, Juan Luis Cebrián. El editorial añade que desde que el jefe del Ejecutivo desató las dudas sobre su continuidad "en un comentario tan informal como irresponsable a finales del año pasado", los acontecimientos se han precipitado en España "para peor".

"A la fecha nos encontramos con un país amenazado de ruina (atrapado en la vorágine de los mercados financieros desatada sobre Europa), sin perspectiva, con serios problemas de cohesión social y aun territorial, en el que cunde la desilusión entre los ciudadanos sin distinción de ideologías o de clase social", reza el texto que añade que existen "motivos más que fundados para la intranquilidad".

El periódico se centra en la crisis de las deudas soberanas y recalca que el "sendero hacia la nada" por el que se precipitaron Grecia, Irlanda y Portugal "viene siendo recorrido a trompicones también por España"

Aunque reconoce que "sería injusto responsabilizar de todos los males" al Gobierno, el editorial señala que "más allá de la impotencia de Europa para solventar sus problemas, la pérdida de confianza en la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero parece irreversible".

Recuerda que si bien Zapatero "dispone de toda la legitimidad y todo el derecho" para terminar la legislatura, el diario ya advirtió en marzo de que sus propósitos "sólo eran moral y políticamente justificables" si culminaba las reformas.

"Esa condición no se ha cumplido. Aún peor: su incapacidad en la gestión, los magros resultados de las reformas apenas incoadas, más el lastre y la impotencia de una legislatura agónica auguran un deterioro imparable al que resulta imprescindible poner fin cuanto antes", continúa el editorial que añade que la fecha sugerida por algunos dirigentes socialistas -finales de noviembre- "es del todo tardía".

Por su parte, Juan Luis Cebrián asegura que el "deterioro preocupante" del PSOE "amenaza con desequilibrar el futuro inmediato de nuestras instituciones políticas".

El consejero delegado del grupo Prisa agrega que, aunque el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, "ha procurado, con éxito inicial" devolver "la esperanza" al PSOE, "no es imaginable que acuda a los próximos comicios sin un congreso previo que restaure su maltrecho liderazgo y diseñe un proyecto que le permita recuperar al electorado y elaborar los pactos que el futuro demanda".

"Para que todo eso suceda, José Luis Rodríguez Zapatero debe de una vez por todas abandonar su patológico optimismo y renunciar al juego de las adivinanzas. Los titubeos, las dudas y los aplazamientos a que nos tiene acostumbrados son la peor de las recetas para una situación que reclama medidas de urgencia. Su deber moral es anunciar cuanto antes un calendario creíble para el proceso electoral. Solo así podrán los españoles soportar la levedad del ser", concluye Cebrián.