Gp de españa

Alonso vuelve a ganar en Montmeló siete años después

  • El español recorta 13 puntos al líder del Mundial, Vettel, que sólo pudo ser cuarto. Raikkonen acaba segundo y Massa tercero.

El español Fernando Alonso (Ferrari) repitió éxito en Montmeló tras siete años yéndose de vacío de Barcelona (no ganaba desde 2006), al llevarse la victoria en el GP de España con una carrera extraordinaria, tanto en conducción como en estrategia por parte de su equipo, que puso la guinda a la jornada con el tercer puesto del brasileño Felipe Massa. Acabó la jornada de clasificación el sábado y Alonso firmaba el quinto puesto que le relegaba la tercera fila de la parrilla, algo que lo dejó bastante insatisfecho, sobre todo al asegurar que tenía entre manos el mismo coche que en Bahréin, que las mejoras no habían funcionado y que el resto de rivales habían experimentado mejoras.

Con este ánimo, el español intentó lo que siempre le ha salido de lujo en Montmeló: ser uno de los mejores en el arranque de la carrera. No iba a ser menos esta vez, ya que el asturiano volvió a deleitar a un graderío que reunió a 94.831 seguidores. A pesar de tener a verdaderos lobos delante y expertos en esta tarea de la salida, como Hamilton, Vettel y Raikkonen, el español ya se había puesto tercero en la tercera curva tras un exterior a Hamilton marca de la casa.

Nico Rosberg había logrado aguantar en la pole y su compañero, Hamilton, había caído a la cuarta posición. Los dos Mercedes, con anunciados problemas en los neumáticos, no hicieron más que taponar durante pocas vueltas el elevadísimo ritmo con el que empujaban sus rivales: Vettel y Alonso al poleman Rosberg, y Raikkonen, Massa y Pérez, a Hamilton. Estos primeros momentos no fueron del todo mal para Alonso (tercero), que extrajo la suficiente ventaja respecto a Hamilton (cuarto) para que éste no pudiese conectar el DRS. En la novena vuelta, tras el abandono de Romain Grosjean, el pit lane empezó a tener visitantes para cambiar neumáticos. Primero fue Massa, le siguió Alonso, Vettel y Rosberg, entre otros.

El tapón que estaba estableciendo Rosberg se deshizo en la vuelta trece, en la que el español se sacó a los rivales de encima, se colocó líder e inició un viaje en solitario, con un ritmo de carrera endiablado. Vettel, a la estela de Alonso, iba perdiendo en cada vuelta décimas y más décimas hasta colocarse a 4.1 en la vuelta 19, en la que Massa ya era tercero a 6.3 de su compañero, y Raikkonen cerraba el póquer, a 12.9, mientras los esperados problemas con los Mercedes se hicieron latentes. En la vuelta 21, Alonso volvió a cambiar de neumáticos, mientras que Vettel aguantó extrañamente dos vueltas más, en las que perdió tres segundos por giro con el español.

Raikkonen, el piloto que mejor trata las gomas, entró en la vuelta 25 a cambiarlas por primera vez. Dos vueltas después, Alonso y Massa comandaban la carrera, con Vettel a 15 segundos del asturiano. En la 33, Kimi Raikkonen pasó al alemán, que quedó a partir de entonces en tierra de nadie, sin poder luchar y sólo con el cuarto puesto como único objetivo. A partir de entonces, superado el ecuador de la carrera, que se corrió con un tiempo soleado y con una agradable temperatura, a Alonso sólo le quedaba ser relativamente conservador sin bajar el excelente ritmo que hasta entonces le había catapultado a la primera posición.

En la tercera parada de Alonso, los tiempos respecto a Kimi estuvieron moviéndose en ventajas de dos segundos y pérdidas también de dos segundos, que llevó al momento más cercado entre ambos, cuando en la vuelta 40 el español le sacaba sólo 3 segundos de ventaja. Cinco vueltas después, Raikkonen regresó a cambiar de ruedas, también cayó al tercer puesto y su único objetivo se centró en atrapar a Massa, quien a falta de unas quince vuelta perdió la segunda posición en beneficio del finlandés. El Ferrari, a pesar del escepticismo que desprendió Alonso en la jornada de entrenamientos oficiales, tuvo un comportamiento excelente hasta el final en el caso del español, no tanto por parte del brasileño, que fue sufriendo por la excesiva degradación de las ruedas hasta que entró tercero en la recta final.

Vettel (89 puntos), el líder del mundial y vigente campeón, acabó cuarto en tierra de nadie y cedió unos importantes puntos en la general, que ha hecho que el grupo de arriba, con el alemán, Raikkonen (85) y Alonso (72) se compacte un poco y se abra una pequeña brecha ya con el cuarto, Lewis Hamilton (50), quien acabó duodécimo y no puntuó. La actuación de los dos Mercedes ha sido la confirmación de una crónica anunciada, pues no es la primera vez que buenas actuaciones en la jornada de clasificación (tres poles consecutivas) no tienen el premio de la victoria. No obstante, el castigo fue excesivo, ya que Hamilton acabó, incluso, doblado.

Mejor imagen dieron los McLaren, dentro del mal momento en que viven. Los dos acabaron arrancando puntos (Jenson Buton, 4; Sergio Pérez, 2), aunque en ningún momento se les esperaba para estar dando guerra con los de arriba. Quizá dentro de unas carreras, el equipo inglés, acostumbrado a las grandes revoluciones en poco tiempo, sea capaz de ofrecer coches mucho más competitivos al ingles y al mexicano.

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