FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Sevilla

Un avión de Air France con 228 personas desaparece en el Atlántico

  • El contacto con el Airbus A330-200 se perdió cuando atravesaba una zona de turbulencias cerca del espacio aéreo de Senegal · Se trata del peor desastre de la aviación comercial en los últimos tres años

Dos españoles, un hombre, el ingeniero sevillano Andrés Suárez, y una mujer, de la que no se habían facilitado datos pero podría ser catalana, se encontraban entre las 228 personas que viajaban a bordo del avión de Air France que cubría la ruta Río de Janeiro-París y que desapareció sobre el Atlántico cuando al parecer se acercaba al espacio aéreo de Senegal. Andrés Suárez, de 38 años, trabajaba en una empresa alemana en la ciudad brasileña. Se trata de la peor tragedia de la aviación comercial en los últimos tres años.

El avión, un Airbus A330-200, capaz de transportar hasta 293 pasajeros, realizaba el vuelo AF447 de la compañía francesa Air France entre la ciudad brasileña de Río de Janeiro y la capital francesa. El avión debía haber llegado al aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle pasadas las 11 de la mañana hora española, pero desde hacía varias horas se había perdido el contacto.

Según la lista ofrecida por Air France la mayoría de los pasajeros, un total de 61, eran de nacionalidad francesa. Además, viajaban 58 brasileños, 26 alemanes, 9 chinos, 9 italianos, 5 británicos, 6 suizos, 5 libaneses, 4 húngaros, 3 eslovacos, 3 noruegos, 3 irlandeses, 2 estadounidenses, 2 españoles, 2 marroquíes y 2 polacos. Había, además, un ciudadano de cada uno de los siguientes países: Sudáfrica, Argentina, Austria, Bélgica, Canadá, Croacia, Dinamarca, Islandia, Estonia, Gambia, Holanda, Filipinas, Rumanía, Rusia, Suecia y Turquía.

Aunque las circunstancias de la desaparición del aparato no están confirmadas, Air France hizo un relato de las horas siguientes a su despegue del aeropuerto de Río de Janeiro (a las 19.00 hora de Brasil, 24.00 hora de España) en el que se comprueba que el aparato atravesó una zona de tormentas y turbulencias fuertes que pudieron afectar a sus circuitos eléctricos. El avión perdió el contacto con los controladores aéreos de Brasil y ni los de Senegal ni los de España y luego los de Francia, países desde los que se debería haber seguido la ruta del aparato pudieron restablecer la comunicación con él.

En el aeropuerto parisino se creó desde primeras horas una célula especial de crisis para asistir a los familiares de los pasajeros y allí acudieron responsables de la compañía y del Gobierno.

Después de encontrarse con los familiares que esperaban noticias de sus allegados, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró que las esperanzas de encontrar supervivientes del avión de Air France desaparecido son "muy débiles" y que se desconoce qué ocurrió con ese vuelo.

Expertos en control aéreo explicaron, impotentes, a los medios de comunicación franceses durante la jornada que la zona donde desapareció el avión es conocida por las inclemencias meteorológicas que los aparatos comerciales han de superar, pero que los pilotos están habituados a esas condiciones. Pero Sarkozy reconoció que "no hay ningún elemento concreto sobre lo que ocurrió" y señaló que esta es "una catástrofe como nunca ha conocido la compañía Air France".

La zona en la que estaba el A330 de Air France no estaba cubierta por los radares, lo cual explica la ausencia de localización exacta del avión. "Los radares cubren todas las zonas habitadas. Pero en medio del océano, ya no hay cobertura radar", explió un portavoz de la empresa. Para compensar estas zonas sin radar, los pilotos deben comunicar cada cuarto de hora con los sistemas de control por radio. Era el caso para este vuelo de Air France.

Un rayo y las turbulencias han podido causar disfunciones pero no provocan accidente de forma sistemática, indican todos los expertos interrogados. "Un rayo puede tener una consecuencia mecánica, puede perforar el avión, pero normalmente puede seguir volando. También puede dañar el sistema eléctrico, que afectaría a la electrónica, lo cual es más nefasto", observó Vincent Favé, un experto en aviación.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios