Sociedad

Birmania acepta ayuda humanitaria de Estados Unidos

  • Un oficial de la Junta Militar reconoce al menos 80.000 muertos en el distrito de Labutta mientras enfermedades y escasez de alimentos y agua potable amenazan a la población

La Junta Militar de Birmania ha autorizado a Estados Unidos a enviar ayuda a los afectados por el ciclón tropical 'Nargis' en el sur del país, confirmaron hoy fuentes de la delegación diplomática estadounidense en Bangkok. Estados Unidos, que impone sanciones al régimen birmano por la violación de los derechos humanos, calcula que el ciclón ha causado la muerte de más de 100.000 personas y ha dejado a un millón de damnificados sin hogar.

La Casa Blanca ha ofrecido tres millones de dólares como ayuda a los afectados y ha pedido a cambio que las autoridades birmanas autorizasen la entrada de su personal en el país para poder supervisar la distribución de su ayuda. El permiso birmano se ha conseguido con la mediación de Tailandia, país cuyo gobierno, que encabeza el ultraderechista Samak Sundaravej, ha expresado en varias ocasiones su respaldo a la Junta Militar y su programa para democratizar la nación.

Estados Unidos tiene un avión de carga y un equipo de despliegue rápido en Bangkok a la espera de autorización y visados, además de tres buques ('Essex', 'Juneau' y 'Harpers Ferry') en el golfo de Siam y otro avión de camino a la capital tailandesa. La secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice, afirmó la víspera que la ayuda humanitaria en casos de catástrofes, como el de Birmania, no debe mezclarse con la política.

Entre 22.000 y 100.000 muertos

Al menos 80.000 personas han perdido la vida únicamente en el distrito de Labutta, en el extremo sur del país, a causa del 'Nargis', según informó hoy un oficial de la Junta Militar. Hasta el momento, el régimen admite sólo 22.980 muertos, 42.119 desaparecidos, 1.383 heridos y más de un millón de damnificados, aunque la Embajada de Estados Unidos sostiene que la cifra podría ser superior a los 100.000.

Tin Win, un portavoz del régimen militar en Labutta, dijo que la mayoría de las 63 aldeas que rodean a capital del distrito están totalmente anegadas en una zona que padeció el mayor impacto del tifón que asoló el pasado sábado Birmania. El Gobierno no confirmó oficialmente el dato y continúa ocultando a la población la auténtica magnitud del desastre. Labutta se encuentra en pleno delta del río Irrawaddy, el área más dañada por Nargis y donde se mantiene el estado de emergencia en esta región, las colindantes de Pegu y Rangún y los estados Karen y Mon.

Las mayores amenazas para los damnificados son en estos momentos las enfermedades, la escasez de alimentos y la falta de agua potable, mientras los alimentos básicos escasean y sus precios se han disparado por la especulación y la creciente demanda. Esta mañana llegó el primer gran cargamento de material de emergencia para las víctimas del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, aunque las agencias humanitarias todavía se quejan de la lentitud de las autoridades birmanas en tramitar los visados para su personal.

Quienes han logrado entrar informan de montañas de cuerpos sin vida y destacan la desesperación de los supervivientes. En el delta del Irrawaddy, el hambre comienza a tornarse en desesperación, y se han producido enfrentamientos y peleas por acceder a la ayuda internacional y en las primeras tiendas que abrieron sus puertas. Pueblos enteros se encuentran sumergidos por las riadas y los cadáveres hinchados flotan sobre el agua y se acumulan en las raíces de los manglares, según relatos de testigos.

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