Sociedad

Un vertido tóxico deja cuatro muertos y más de cien heridos en Hungría

  • Una marea de un millón de metros cúbicos de barro con bauxita, el principal material para la fabricación de aluminio, cubre varios pueblos.

Un vertido de bauxita en el oeste de Hungría provocó la muerte de al menos cuatro personas y más de cien resultaron heridas. Varios pueblos quedaron inundados por este vertido, la peor catástrofe ecológica en el país centroeuropeo.

Entre los muertos en la comunidad de Kolontar figuran dos niños, según confirmaron este martes  las autoridades. Por ahora se desconocen las causas del accidente. Los equipos de rescate buscan a cinco personas, que están desaparecidas

Hasta el mediodía de se registró una fuga de un millón de metros cúbicos de barro tóxico, según dijo el secretario de Estado para Medio Ambiente, Zoltan Illes.

Por el momento, los equipos de intervención especializados no han conseguido sellar la fuga. La bauxita es el principal material para la fabricación de aluminio. El Gobierno impuso el Estado de Emergencia en los distritos de Veszprem, Vas y Györ.

La imagen de la devastación la ofrecieron los equipos de intervención, que en Kolontar y en la vecina Devecser encontraron que el barro rojo tenía un metro de altura. El fluido rojizo inundó cientos de casas, coches y jardines. En la ribera del río Marcal se hallaron peces muertos. "No encuentro palabras", dijo un hombre de 25 años, citado por el portal de Internet nol.hu. "Corrí hacia la colina y vi como la marea inundaba mi coche", añadió.

La catástrofe química se produjo después de que el lunes reventara el lugar donde la empresa MAL almacena este barro de bauxita por razones que todavía se desconocen. El fluido tóxico cayó en un estanque y se mezcló con la crecida de las aguas que desde hace días afecta a la zona.

El vertido anegó la localidad de Kolontar y poblaciones vecinas. Unas 400 tuvieron que ser evacuadas. Después de que el vertido llegara al río Marcal, el material corrosivo podría acabar en el río Raba y en el Danubio, dijo Illes. Además, una superficie de 40.000 kilómetros cuadrados está en peligro. Por ahora no se pueden cuantificar los daños.

Esta catástrofe pone de manifiesto la difícil situación de la protección del medio ambiente que persiste en Europa central y del Este.

En el año 2000, en la localidad rumana de Baia Mare, en el noroeste del país, no lejos de Hungría, reventó un depósito de un barro claro que contenía cianuro procedente de una mina de oro. La oleada tóxica causó la muerte masiva de peces en el río Tisza, en el tramo de Hungría y Serbia.

El barro de bauxita en Kolontar se almacenaba en unos depósitos abiertos. La fábrica de aluminio MAL en la localidad húngara de Ajk y con depósitos cerca de Kolontar perteneció en el pasado a un conglomerado estatal pero tras la caída del comunismo fue privatizada.

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