Bicentenario de las Cortes

Dos monolitos quedan para la memoria del Diez

  • Numerosas personas asistieron a la inauguración del conjunto escultórico

El arquitecto planteó una idea para el Momumento del Diez y ganó el concurso. Personal de Urbanismo se encargó de las actuaciones previas en la plaza de la Iglesia. Los artesanos trabajaron con esmero la piedra. Y los fundidores dejaron listo el metal, el que descansa sobre los muros y en el que descansan artículos de la Constitución de 1812 y se perfila la imagen de un grupo de diputados. Todos ellos, menos el autor, claró está, son gente en la sombra, como reconoció Alfonso Clemente. Por eso, ayer se acordó de ellos, mientras se inauguraba el conjunto arquitectónico en la Plaza de la Iglesia. Mientras el agua comenzaba a surgir a los pies de uno de los monolitos, como símbolo de las dificultades que los diputados de Las Cortes sufrían durante sus debates.

El murmullo del agua acompañó el acto. Fue su banda sonora. Aunque antes y después la música corrió a cargo de la banda municipal, que permitió a los presentes -numerosos- distraer su espera hasta que todo empezó más allá de las nueve y media. Los ciudadanos se pusieron donde pudieron, buscando el mejor ángulo, la comodidad de los espacios para sentarse o el escaso hueco libre. No querían perdérselo. Aunque tendrán que esperar hasta hoy -por la escasa luz del lugar- para poder leer el texto de unos de los monolitos que componen el monumento, un texto con los principales artículos de la Constitución del 12. Este documento y todo el proceso que permitió a España y las tierras de ultramar disponer de él abrieron la puerta a la Edad Contemporánea, defendió el historiador local Ramón Luque, que se dirigió a los asistentes para explicar la relevancia del momento capital que se vivió en La Isla para la Historia de España. Lo hacía con el monolito principal a su espada y ante el otro prisma con el perfil de algunos diputados. El agua subía, mientras tanto. Hablaba frente a la Iglesia Mayor, donde el 24 de Septiembre de 1810 realizó su juramento. "Unas Cortes que representaba a los ciudadanos y no a los estamentos", dijo; unas Cortes -insistió- que discutieron sobre principios, derechos y libertades, donde latía "el espíritu de la democracia".

Entre esos principios que se establecieron destaca la libertad de expresión, de la que, apuntó el esculor Alfonso Berraquero (miembro del jurado del concurso), ha hecho uso el autor. "Con una gran simpleza ha captado lo que sentimos todos, con estos dos bloques, con este agua tan nuestra", señaló.

El alcalde, Manuel de Bernardo, que había dado la bienvenida a las autoridades presentes, se refirió al gerente de la Oficina del Diez, José Quintero, ausente realizando gestiones del 24-S. El regidor quiso tener un recuerdo para él. Como Clemente para los currantes.

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