BIENAL DE FLAMENCO 2018 | EXPOSICIÓN Y JORNADAS

El arte 'jondo' también protestó

  • Una exposición y unas jornadas reivindican a Francisco Moreno Galván como uno de los agitadores del flamenco en la lucha contra la dictadura durante los años sesenta y setenta      

‘Un cuarto para el cante’ de Francisco Moreno Galván, junto a una de sus letras flamencas.

‘Un cuarto para el cante’ de Francisco Moreno Galván, junto a una de sus letras flamencas. / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

El flamenco está confeccionado con demasiados misterios que permiten asumirlo como una búsqueda incesante, en un carril salvaje que va de la alegría a la fatiga. O todo al mismo tiempo. A lo largo de su historia de bastardías, acumula convenciones y hábitos capaces de no someterse a protocolo alguno. Y eso lo hace aún más abundante. O mejor: más incalculable. Es lo que ocurrió en los sesenta y los setenta: combustionó a la contra, en letras de poetas perseguidos y cantes clandestinos. De algún modo, lo jondo es la canción protesta más irrompible y más duradera que inventó el idioma español.    

De su carácter indomable supimos por sabios como Félix Grande, quien situó ese arranque de rebeldía en el profundo conocimiento que sus intérpretes tenían del dolor de la injusticia. Claro que luego, en la dictadura, le sumaron a ese inconformismo metralla política. A saber, Manuel Gerena, Enrique Morente, José Menese y Francisco Moreno Galván. Ellos y otros pocos más militaron en aquel comando que ayer se quiso poner en claro en las jornadas Flamencos contra Franco, promovida por el Centro de Estudios Andaluces en colaboración con la Bienal de Flamenco.

El flamenco combustionó en los 60 y 70 a la contra, en letras de poetas perseguidos y cantes clandestinos

"El flamenco siempre ha sido moderno, y ése es un momento más en la modernidad del flamenco", explicó el director de la cita, Antonio Zoido. El pintor Ricardo Cadenas disparó en la misma línea: "El flamenco, como el arte abstracto, sólo con existir en tiempos de Franco ya era un hecho contestatario". Juan Diego Marín Cabeza, quien acaba de publicar en la editorial de la Universidad de Sevilla una monografía sobre Francisco Moreno Galván (Estética de lo jondo), destacó la labor del poeta y pintor en la renovación del arte andaluz, tanto en su imagen plástica como en las letras, actualizadas al pulso de la calle con idea de "contar y cantar la vida real".   

En este sentido, Moreno Galván, cuya labor está unida invariablemente al cante de José Menese, puso en hora el mensaje del flamenco, "con contenidos más locales, más concretos", explicó Marín Cabeza. Ese esfuerzo está resumido en unas declaraciones del poeta y pintor a Sevilla Flamenca, la revista de la federación de peñas: "El flamenco es el sistema más eficaz para calar en el corazón del hombre. En ningún otro arte se puede llegar a plasmar la realidad y crudeza de la vida como en el flamenco. Es ternura y coraje, desesperación y esperanza, florecer, vivir y morir al mismo tiempo".

Precisamente, el artista de La Puebla de Cazalla centró algunas otras intervenciones de las jornadas Flamencos contra Franco. A juicio de la investigadora Sara Pineda, "Moreno Galván puso el flamenco al servicio de la vida cotidiana". La historiadora Rocío Plaza analizó la revolución escenográfica que impuso en el cante jondo, donde "apartó todo aquello que sobraba y utilizó algunos de sus fundamentos, como el simbólico racimo de candiles". Por último, Ángela Mendaro, una de las fundadoras de Teatro Estudio Lebrijano, sacó del baúl las conquistas de la compañía fundada por Juan Bernabé. 

"El flamenco siempre ha sido moderno, y ése es un momento más de su modernidad", dice Antonio Zoido, director de la Bienal

Esta revisión se completó ayer con la apertura de la exposición Francisco Moreno Galván. Reunión de cante jondo en las salas de la Casa de la Provincia (hasta el 14 de octubre). La muestra, planteada a modo de retrospectiva, está compuesta por buena parte de los fondos que alberga el museo de arte contemporáneo de La Puebla de Cazalla. Así, se exhiben piezas de artistas clásicos como Picasso, Miró y Oteiza junto a otros de la nueva hornada, como Seisdedos y Patricio Hidalgo.

Pero, por supuesto, casi todo el protagonismo recae en Moreno Galván. De él se ha realizado una notable selección de sus carteles para la Reunión de Cante Jondo. Esta producción fue para él, en opinión de los comisarios María José Sánchez y Miguel Ángel Rivero, "una manera de hilvanar modernidad y cultura popular, y una posibilidad de acercar al pueblo el arte de vanguardia". También cuelgan acrílicos, grabados y dibujos junto a las portadas de los discos que confeccionó para José Menese. La propuesta se cierra con una colección de fotografías de Enrique Sánchez y Antonio Moreno que resumen la trayectoria de la cita flamenca de La Puebla.

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