La noche de ayer tuvo otro protagonista junto al carisma incontestable de Manuela Carrasco o la emocionante entrega de El Pele, que regaló a los aficionados uno de esos momentos únicos, estremecedores, llamados a perdurar en la retina y el oído de los espectadores. El impresionante espacio elegido para la ocasión brindaba otra parte de la magia que reservaba la velada: la Bienal se reencontraba anoche con los Reales Alcázares, un escenario que aportaba a la cita su perfil enigmático y portentoso, un lugar del que, como comentaba ayer algún especialista, el encuentro flamenco "nunca tenía que haberse ido". Raíces de ébano supuso la feliz reconciliación del recinto con la programación del festival, una inauguración que los organizadores han convertido en una semana. Carrasco y los suyos abrieron el ciclo Diálogos en el Alcázar por el que pasarán hoy Arcángel y la Accademia del Piacere, y que continuará dos días más tarde con la convivencia de La Farruca y la Anuj Arjun Mishra Kathak Company, que explorará los vínculos entre el baile flamenco más gitano y el kathak indio.

La capacidad de lo jondo para hermanar sensibilidades y culturas dispares se comprobó ayer con la presencia de representantes políticos de diferente signo, como el líder de la oposición socialista en el Ayuntamiento Juan Espadas. Antes del espectáculo, el alcalde había recibido a los patrocinadores para agradecerles que, en tiempos de crisis y de recortes, hayan hecho posible la celebración de esta nueva convocatoria de la Bienal. Los reveses de la situación económica, no obstante, provocaron una de las reivindicaciones que tuvieron lugar ayer: militantes del Partido Andalucista (PA) se manifestaron en la entrada del Alcázar contra la retirada de los 150.000 euros que aportaba la Consejería de Turismo a la Bienal, un proyecto que, recordaron, nació a instancias de este partido, y el daño que la subida del IVA provoca al sector cultural.

La celebración del flamenco, en todo caso, se impuso al pesar por las circunstancias: entre los asistentes al espectáculo se encontraban artistas e intérpretes de todos los estilos, entre otros José y Pastora Galván, Yoko Komatsubara, Antonio Canales, Rubén Olmo o Eduardo Leal, así como integrantes del Teatro Tascabile de Bérgamo, que actúa este jueves en la Plaza del Triunfo. Numerosos turistas -triunfaron, cómo no, los japoneses- se retrataban en los accesos al Patio de la Montería, conscientes de haber vivido una noche memorable, gracias al duende de Manuela Carrasco y a los encantos de la fortaleza sevillana, reencontrada al fin con el flamenco.