Bienal de Flamenco

Paco Cepero, la guitarra cantaora

Paco Cepero en concierto. Primera Guitarra: Paco Cepero. Guitarra: Paco León, Miguel Salado. Violín: Sophia Quarenghi. Compás: Pedro Navarro. Cante: Samuel Serrano. Baile: Juan Tejero, Irene Carrasco. Lugar: Claustro de Santa Clara. Fecha: Martes 30 de septiembre. Aforo: Lleno.

Desde que el guitarrista Paco Cepero pisó Santa Clara y abordó los primeros acordes de su Noche andalusí recordamos por qué estábamos allí y supimos que íbamos a disfrutar de la belleza de lo sencillo. De la humildad en el toque que este jerezano representa.

Cepero no se había propuesto otra cosa que hacer un viaje musical por su obra y su única pretensión era que el público alguna vez recordara "esta noche que pasó conmigo". Por eso, salió tremendamente relajado y nos arrastró por las melodías sin análisis ni argumentaciones.

En él se unen el Paco compositor, el productor, el solista y el acompañante. Y esto le permite afrontar el flamenco desde una dulzura exquisita. Poniendo los compases al ralentí, indagando en lo bonito de la música.

Además, su forma de rozar las cuerdas es personalísima y sus falsetas, inconfundibles. Al fin y al cabo, su guitarra ha estado presente de una forma u otra en la vida de los aficionados y de los que no lo son. De hecho, daba igual que el artista afrontara bulerías, soleares, tangos, seguiriyas, rumbas o algunos de sus clásicos como Plazuela, Domingo de Carnaval, Capricho o el mítico Aguamarina porque todo suena cercano, familiar. Aunque fueran especialmente emotivas las canciones que llevaron al estrellato a Chiquetete. Y es que la noche del martes pudimos comprobar que la guitarra de Cepero canta canciones porque lleva dentro las voces de todos los cantaores a los que ha acompañado y acompañará. De hecho, el artista sigue siendo fiel a su faceta de descubridor de talentos y trajo consigo a Samuel Serrano, un cantaor chipionero de 20 años que dejó a los espectadores boquiabiertos con una seguiriya completamente añeja y unos tangos absolutamente setenteros.

No tuvieron la misma suerte los bailaores Juan Tejero e Irene Carrasco, que no consiguieron aportar demasiado al espectáculo. Aun así, lo dicho: este Paco de escuela propia regaló un espectáculo de flamenco sereno que impregnó el espacio de una paz absoluta. La generosidad también es un arte.

Imágenes cedidas por el ICAS. Ayuntamiento de Sevilla.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios