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Anís del Mono cumple de 150 años

Edición especial con un pack que contiene un libro y una botella de edición limitada.

Edición especial con un pack que contiene un libro y una botella de edición limitada.

Navidad es sinónimo de familia, de tradiciones y sabores. Todos tenemos un recuerdo asociado al turrón, a un villancico o al Anís del Mono, un clásico que nunca ha faltado en los hogares españoles. Anís del Mono es la marca que prevalece y que siempre ha estado a la vanguardia en el sector desde su creación. La historia de Anís del Mono comienza en 1870 con Vicente Bosch. De su visión emprendedora se puede decir que nació todo, el nombre de la marca e, incluso, el diseño de la botella (que ahora encontramos en una edición especial por su 150 aniversario). Cuenta la leyenda que el empresario, en pleno siglo XIX, pedía a sus amigos viajeros que le trajeran de vuelta un peculiar souvenir: 1 o 2 monos. Hubo un error y entendieron 102. La mayoría los donó al zoo, pero uno se lo quedó en la fábrica badalonesa. Se hizo tan popular que los vecinos empezaron a llamar al lugar como “La fábrica del anís del mono”. Desde entonces, y a día de hoy, es una marca que sigue siendo un referente en coctelería.

Una bebida original

Anís del Mono se entiende ya como una bebida polifacética que permite tomarse una copa helada, acompañar al café o idear nuevos cócteles algo más arriesgados y contemporáneos. Para los más atrevidos, mezclado de las maneras más originales, puede dar pie a combinaciones como Li-monada,Anís del Mono Sweet&Dry o Anís del Mono Sunrise.

Para todos los gustos

La forma tradicional: solo, muy frío, con o sin hielo, en chupito helado o en copa. Con un chorro de agua para formar la mítica Palomita o con unas gotasde limón para aportarle un toque cítrico. Para compartir y disfrutar en familia, en la barra del bar, en el salón de casa o después de una buena comida. Al igual que sus 150 años de historia, Anís del Mono conserva su esencia anecdótica siempre con un gusto fresco y distintivo. ¡Qué no paren las máquinas! Vicente Bosch seguro que estará bien orgulloso de su querido anís.

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