La provincia de Cádiz ofrece una ruta enoturística por las grandes bodegas de la Denominación de Origen de Jerez, Manzanilla de Sanlúcar y Vinagre de Jerez. Bodegas centenarias que crian verdaderas joyas nacidas del fruto de una tierra fértil y calcárea denominada albariza y que es el resultado de arcilla con fósiles marinos, evocando a la etapa del Oligoceno hace millones de años.
Podríamos comenzar nuestro itinerario en Jerez de la Frontera visitando la imponente Bodega González Byass, que se encuentra en un enclave privilegiado entre el Alcázar y la Catedral de Jerez. Fundada en el siglo XIX, cría entre sus botas el popular Fino Tío Pepe. Cerca de allí, en la Cuesta del Espíritu Santo, se encuentra una de las bodegas más emblemáticas de Jerez. Se trata de uno de los cascos de la actual Bodega Fundador, antigua Pedro Domecq. Su fundación se remonta al siglo XVIII, siendo una de las bodegas más añejas del Marco.
El emblema de Tío Pepe es conocido en todo el mundo.
En la antigua carretera Nacional IV se sitúan las instalaciones del grupo bodeguero José Estévez, que engloba las bodegas Marqués del Real Tesoro y Valdespino. Son instalaciones de finales del siglo XX, aunque es recomendable visitarla por el enorme casco de bodega de Valdespino, su galería de arte contemporáneo y la Yeguada de Caballos de pura raza española.
En la salida de Jerez hacia El Puerto encontramos la imponente bodega William Humbert, del finales del siglo XIX, y que produce el famoso cream Canasta.
Otras visitas recomendables son:Bodegas Tradición, Bodegas URIUM, Bodegas Sánchez Romate o Bodegas Rey Fernando de Castilla. En El Puerto de Santa María es imprescindible pasear por la majestuosidad de la Bodega Osborne del siglo XVIII y situada en la entrada a la ciudad.
Manzanilla de Sanlúcar.
En Sanlúcar de Barrameda no pueden olivdar visitar los templos de la Manzanilla de Sanlúcar tales como la Bodega de Barbadillo, las Bodegas Argüeso o las Bodegas Hidalgo La Gitana, las tres en pleno centro histórico de la localidad sanluqueña.
