Después de un periodo de abstinencia viene un plato que lleva todo lo prohíbido: tocino, morcilla, longaniza de Chiclana, carne de ternera...es la peculiar forma que tienen en la ciudad de "vengarse" gastronomicamente de una época del año que se caracteriza, según la tradición cristiana, por no poder comer carne.

El guiso, realizado sobre una base de garbanzos, es una celebración de la abundancia ya que no sólo lleva una generosa "pringá", sino una varieda inusual de verduras que van desde las habas o los chícharoes (guisantes) hasta col o  incluso lechuga.

No se conoce el origen de esta receta, pero la fórmula viene ya recogida en el libro “La cocina tradicional de Chiclana” elaborado por el Ayuntamiento de esta localidad en 1999. El recetario fue coordinado por María José Foncubierta Rivero y Francisco Gómez Palmero. 

La receta es muy popular en el pueblo. De hecho hoy La Hermandad del Rocío celebra hoy una berza de Resurrección en su sede. Más info aquí.

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