Maribel Montaño: “El feminismo ha hecho a algunos hombres reaccionar con violencia”
Entrevista | Violencia de género
La responsable de la Unidad contra la Violencia de Género de la delegación del Gobierno en Andalucía cree que las mujeres acuden más al sistema porque se sienten protegidas. Opina que reformar la ley es necesario
–¿Las cifras de violencia de género demuestran una evolución negativa?
–Esa es una discusión que mantenemos. En general los datos dicen que se eleva el número de casos activos, pero ¿eso significa que hay más casos de violencia de género, o significa que las campañas de sensibilización y concienciación en mujeres víctimas y su entorno hace que destaque más y saque a la luz un problema que antes estaba más oculto? Si fuera así, sería positivo. Es evidente que la cifra de mujeres asesinadas es un dato totalmente negativo. Pero el aumento de las denuncias o de casos activos no lo interpretamos como un aumento de las víctimas sino de la concienciación y de que esas personas acuden al sistema porque se sienten protegidas... Una buena conclusión es que las medidas de protección han dado los resultados que esperábamos.
–Pero el número de mujeres asesinadas es terrorífico.
–Sí: desde que las contabilizamos. El fenómeno de la violencia de género es un fenómeno milenario. Hasta el año 2007, el sistema VioGén no contabiliza el número de víctimas. Eso no significa que no las hubiera, sino que en el mundo patriarcal, el sistema no necesitaba imponer por la fuerza de la violencia su poder, porque estaba asentado e interiorizado en la sociedad española, por hombres y mujeres. En cualquier caso, se ejercía la violencia, aunque de puertas para adentro. El auge del feminismo, la ruptura de ese mundo desigual sí ha movido a que algunos hombres, no todos ni la mayoría, hayan reaccionado con violencia.
–¿Hay en las cifras de víctimas mortales un cierto fracaso de la ley...?
–Bueno, la necesidad de la reforma de la ley integral contra la violencia de género es indudable. Tanto que el gobierno de Pedro Sánchez lo ha hecho en virtud del pacto de Estado que se aprobó con el real decreto de 3 agosto 2018. Esa reforma era fruto fundamentalmente de que hace ya 14 años que la ley se implantó. La ley significó un antes y un después pero es verdad que nació en un momento determinado, en 2004, y que ha habido distintos cambios. Entre ellos, por ejemplo, en 2011, el Gobierno de España asume como propios las directrices del convenio de Estambul, que habla de un tipo de violencia contra las mujeres en general, mientras que la anterior había contemplado una violencia específica, aquella que sufría una mujer por parte de su pareja o ex pareja. Era necesario esa reforma.
–¿Le preocupa que fuerzas que defienden lo contrario estén creciendo en apoyos?
–Sin duda ninguna. No habíamos asistido nunca a esto, desde que adquirimos conciencia socialmente de este problema, es verdad que algunos partidos con mucho entusiasmo y otros más a rastras. Pero hemos asistido atónitas a un cuestionamiento en los últimos tiempos por parte de formaciones que no tienen ningún empacho en cuestionar los principios fundamentales, estas formaciones que se declaran muy patrióticas, muy constitucionales y que curiosamente cuando abren la Constitución siempre les sale el artículo 155, les pediría que se detuviesen un momento a leerla completa, los 154 anteriores y los 14 posteriores. Y le haría una llamada a que se fueran al artículo 14, el que señala que todos somos iguales ante ley, al 15 que marca que todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral.
–Lo cierto es que esas fuerzas también tienen más apoyo social.
–Sin duda vivimos una época de cuestionamiento de las bases de nuestra democracia y de los grandes valores sobre los que se había asentado desde la segunda mitad del siglo XX las sociedades actuales, y lo vemos con bastante preocupación. En España hasta ahora no habíamos tenido este tipo de movimientos. Pero yo tengo esperanzas fundadas de que las mujeres y la inmensa mayoría de los hombres de este país van a dar la respuesta que se merece. Además, es que basan muchas de sus teorías en lo que ahora se llaman fake news pero son mentiras de toda la vida. Como eso de que hay muchas denuncias falsas de malos tratos. El CGPJ, para el año 2017, marcaba que las denuncias falsas del 0,007%, con dos ceros delante del 7. Desgraciadamente, estas formaciónes han contagiado a otras, esas que iban a trancas y barrancas, en una carrera loca a ver quién dice la barbaridad mayor. Y de momento parece que quien gana la carrera es Adolfo Suárez Illana...
–¿Es capaz de dar una fecha aproximada para que este grave problema sea, como mucho, algo residual?
–Es una batalla de largo recorrido, porque nos viene acompañando milenios. Por tanto, se trata de deshacer un comportamiento que tenemos interiorizados todos y todas. Yo pienso muchas veces que la asignatura de Educación para la Ciudadanía hubiera ayudado a que las capas más jóvenes de la población, adolescentes, jóvenes, en las que tenemos un verdadero problema de desigualdad, se concienciaran en materia de igualdad. Desafortunadamente, se suprimió. Confío en que se resuelva pronto, pero se trata de una batalla larga.
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