Es uno de los hombres más buscados por los medios de comunicación locales. Su empresa, Affirma, compró Isofotón a finales de junio y, desde entonces, no ha parado de viajar por diversas partes del mundo. Ángel Luis Serrano ya ha fijado su residencia en Málaga y tiene importantes planes para reflotar la fábrica de paneles solares, la joya de la corona del Parque Tecnológico.

-Adquirieron la mayoría del capital de Isofotón al Grupo Bergé en junio tras un año de negociaciones, ¿en qué momento se encuentra la empresa?

-Estamos contentos. Después de cinco meses estamos consiguiendo uno de los objetivos que nos habíamos marcado, que es entender Isofotón como una empresa de tecnología. Esta compañía ha estado a la vanguardia. Yo viajo por todo el mundo, el producto de Isofotón se conoce y hay muchos fabricantes que ahora nos han pasado pero que inicialmente copiaron la tecnología de Isofotón. Eso quiere decir que la capacidad de innovación de esta empresa está viva, pero ha estado abandonada.

-¿Por dónde hay que tirar para recuperar esa fuerza?

-Entendemos que el futuro de este mercado se basa en generar tecnología y en la reducción de costes. Nos encontramos una compañía donde el coste no era una de las variables a cuidar, aunque pueda parecer contraproducente. Nosotros sabemos que en el escenario mundial de esta industria hay que generar tecnología a un coste competitivo para tener futuro.

-¿Qué fallos han detectado de la anterior gestión?

-Uno de los errores es que Isofotón no estaba en la dirección correcta. En el pasado ha estado muy focalizada a España, donde se concentraba el 90% del mercado de la compañía pese a toda la crisis que está viviendo el sector por el cambio de regulación que hundió el mercado.

-Entiendo que ustedes han cambiado esa tendencia a depender del mercado nacional.

-El 90% de nuestras ventas ahora las tenemos fuera de España.

-Hablaba usted de la necesidad de reducir costes ¿en qué sentido?

-Desde que hemos entrado en Isofotón hemos reducido el coste de la fabricación del producto un 15% y sin tocar el empleo. Nosotros no hemos echado a nadie. Lo que hemos hecho ha sido renegociar con todos nuestros proveedores la compra de la materia prima y hemos optimizado los procesos de fabricación de la compañía gracias a que tenemos como socios a la coreana Top Tech, que es una ingeniería.

-¿Cómo prevén cerrar el presente año?

-Isofotón cerró el 2009 con una facturación de 68 millones de euros y este año vamos a terminar con 125 millones. Estamos al 100% de nuestra capacidad de fabricación. En 2010 vamos a fabricar 110 megavatios y el año que viene, con las inversiones que estamos proyectando, vamos a duplicar esa capacidad. Pensamos que en 2011 habrá una reducción del precio pero vamos a facturar más. Llegaremos a los 215 millones de euros.

-Isofotón estuvo hace años entre las 10 mayores empresas del mundo de energía solar.

-Sí, pero hace mucho tiempo. Ahora ya no estamos ni en el ranking.

-¿Se podría volver?

-Tenemos un plan agresivo porque este mercado lo es, ya que a nivel mundial hay una apuesta importante por las energías renovables y, dentro de ellas, la solar fotovoltaica. Devolver a Isofotón a corto plazo a los 10 primeros del mundo es imposible, pero tenemos un plan de crecimiento muy agresivo acorde con el sector y creo que en tres años la compañía estará en un escenario totalmente diferente al actual.

-¿Entre los 20 primeros?

-Vamos a ser más ambiciosos. Intentaremos estar entre los 10.

-Señalaba usted que se iban a realizar una serie de inversiones para lograr ese impulso, ¿cuáles son?

-Tenemos previsto incrementar la capacidad de producción y para ello vamos a terminar las inversiones en la línea Reiss. En el primer trimestre del próximo año vamos a poner en marcha una línea automática que duplica la capacidad de fabricación y queremos fabricar más células, pasando de 100 a 200 megavatios. La inversión rondaría entre los 15 y los 18 millones de euros.

-¿Ese desembolso se incluye en los 50 millones de euros anunciados durante la compra de la empresa?

-No, son aparte.

-Dado el escaso peso del mercado nacional, ¿qué objetivos se marca en el plano internacional?

-Identificamos tres grandes mercados: Europa, Asia y Estados Unidos. Pienso que las fábricas deben estar cerca del usuario final y queremos estar en esos mercados porque tienen unas expectativas de crecimiento importantes. Nos hemos retirados de países donde no tiene sentido estar porque ni hay mercado ni se le espera, como es el caso de República Dominicana o Bolivia.

-Isofotón anunció la creación de una fábrica en EEUU y usted viajó allí la pasada semana ¿cómo va el proyecto?

-Me reuní con el nuevo gobernador de Ohio, que además es republicano, para confirmar que los anteriores acuerdos que había se mantienen. He venido satisfecho de la reunión y eso nos permite proyectar inversiones en 2011 para esa fábrica. Será una factoría más pequeña de la que tenemos en Málaga, con unos 50 megavatios en una primera fase y 100 en la segunda. Si todo sale bien, nuestro compromiso es que esté operativa en 2012.

-¿También harán una fábrica en China?

-Estamos negociando con dos provincias para crear una fábrica allí y absorber parte del mercado chino y de otros países asiáticos e incluso Oriente Medio.

-Tienen unos 700 trabajadores en la planta de Málaga, ¿qué planes hay para el futuro?

-Nuestra apuesta es mantener esta plantilla y potenciarla. El problema de la anterior dirección es que tenía una plantilla para fabricar 230 megavatios pero sólo producía 30 y le sobraba todo el mundo. Nosotros vamos a fabricar esos 230 megavatios para que esa plantilla se mantenga, porque si no estaría sobredimensionada. Este año vamos a vender 90 megavatios, que es el 90% de la capacidad que tenemos ahora.

-La anterior dirección anunció la creación de una fábrica de polisilicio en Cádiz, ¿qué va a pasar?

-Vamos a revitalizar el proyecto porque esa inversión es estratégica. Traemos un plan que el resto de accionistas consideran que pueda ser viable [Junta de Andalucía, Endesa, Banco Europeo de Finanzas y Gea 21] pero eso no quiere decir que tengamos la llave de ponerlo en marcha. Vamos a intentarlo, pero la situación es compleja porque el mercado del dinero está cerrado y en España no hay una apuesta clara por este tipo de energías. Queremos ponerlo en marcha lo antes posible pero no depende sólo de nosotros porque hay más accionistas.