"Total, por un par de horas que viene a ayudarme con la casa..." Esta frase resume bien la actitud de la mayoría de los empleadores de trabajadoras del hogar, que ni se sienten empresarios -cuando en realidad su casa se convierte en un centro de trabajo en el momento que alguien realiza en ella una actividad- ni ven más allá de las incomodidades que para ellos puede tener dar de alta a sus empleadas. Eso, pese a que el procedimiento es simple: basta con acudir a la Seguridad Social y pedir la documentación necesaria para asegurar a su trabajadora del hogar. Sobre el contrato, la portavoz de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Granada, Laura Guillén, confía en que el Gobierno saque en breve un modelo oficial para poner la regularización en bandeja de plata. "Nosotras pedimos que se hagan las cosas de la forma más sencilla y ágil posible, que se pongan las cosas fáciles".

Pero, ¿qué ventaja tiene para los empleadores dar de alta a su trabajadora doméstica? Pues, para empezar, la de ser "honrados" con la persona que limpia sus casas, cuida a sus hijos o a sus mayores, cocina y permite que la conciliación de la vida familiar y laboral esté un poquito más cerca de ser una realidad.

El problema es que la mayoría de las familias que ahora no tienen asegurada a su empleada del hogar no verán la necesidad de hacerlo a partir del año que viene. Gloria lleva tres años trabajando en la misma casa, a la que acude cuatro días por semana desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde. No tiene ni una hora cotizada en la Seguridad Social, así que a sus 47 años mira con incertidumbre al futuro. "No cotizo nada para el día de mañana, no puedo esperar tener una pensión. Pero hay que apechugar con lo que tengo, porque en casa hay tres parados más", explica. Claro que las consecuencias de que el suyo sea un puesto de trabajo oculto no se proyectan únicamente en el futuro. "La familia para la que trabajo no abusa de mí, pero es que por no tener no tienes ni la posibilidad de ir al médico. Un derecho que tienes como persona, no lo tienes como trabajadora". Si ir al médico es un problema -aunque, como señala Gloria, todo depende de la familia que te emplea-, darse de baja es imposible. "Si te das de baja y no estás asegurada, no tienes ninguna garantía. Mucho te tienen que valorar como trabajadora para que te guarden el puesto y no se busquen a otra persona".

Gloria duda de que algo cambie de aquí a 2012. "No sé si ahora me asegurarán, la verdad. Pero si no lo han hecho en los tres años que llevo aquí, no tengo claro que lo hagan ahora". Y la excusa siempre es la misma: "muchas te dicen que no tienen dinero para pagar las cotizaciones, pero normalmente no es verdad".