La gran pantalla lo alzó como uno de los actores más queridos de Hollywood. Seguido por los fans de todo el mundo del género Western y de miles de mujeres que lo idolatraban como hombre bueno.
Gary Cooper falleció el 13 de mayo de 1961, cuando contaba con 60 años. Su reconocida fama se debe a una serie de estimables comedias, además del clásico Solo ante el peligro, su filme más reconocido en el mundo entero, pero también por su encanto, por su rostro amable y atractivo con aquellos ojos azules claros con los que siempre hizo papeles de bueno, aunque conocidas fueron sus infidelidades a su única mujer.
Gary Cooper fue incapaz de tener enemigos, como lo decían sus mejores compañeros, entre ellos James Stewart, Bing Crosby o Clark Gable.
Todo un galán
Llegó al cine de manera casual. En realidad se llamaba Frank James Cooper, hijo de padres ingleses establecidos en Estados Unidos, de familia de clase media alta, nació el 7 de mayo de 1901. No le gustaba estudiar y se sentía más a gusto en un rancho donde aprendió a montar a caballo. Y eso lo llevó a figurar como extra en sus primeras películas del Oeste.
Antes de ganarse la vida como actor, Cooper trabajó de camarero y recadero en los estudios de la Paramount, fue entonces cuando un agente de actores lo bautizó como Gary.
Dilatada carrera la de este galán del cine. Entre los años 1925 y 1961 rodó 95 películas, entre las que destacan Sólo ante el peligro, El Virginiano, Marruecos, Adiós a las armas, Búffalo Bill, Juan Nadie, El sargento York, Por quién doblan las campanas o Veracruz (con Sara Montiel).
Gary Cooper murió de cáncer el 14 de mayo de 1961. Su biógrafo, Larry Swindell lo recordaría como El último héroe del que hoy en día podemos seguir disfrutando de sus películas.
Para los fans del actor, un libro: El universo de Gary Cooper (Editorial Notorious) con el prólogo de su hija María. La heredera de ese universo hollywoodiense desnuda con cariño a esta gran leyenda.
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