Salir al cine

25º Animac: la mejor animación del siglo

  • Animac celebra su 25º aniversario con la programación (Filmin) de algunos de los 50 mejores filmes de animación según una encuesta de elaboración propia. En HBO, Russell T. Davies vuelve la mirada a los estragos del sida en la Inglaterra de los 80 en la mini-serie 'It's a sin'.  

Algunos se han enterado de la existencia de Lleida gracias a los previsibles episodios violentos de la semana pasada derivados de la detención y el encarcelamiento del rapero condenado a cuyo apellido no sabemos aún dónde y en qué sentido colocarle la tilde.

Los más afortunados conocen Lleida gracias a su extraordinario festival de cine de animación, el Animac, que cumple 25 años bajo la dirección y el buen hacer de Carolina López. Un cuarto de siglo que no sólo deparará una nueva y estimulante edición con lo mejor de la producción industrial y artesanal del cine animado de la temporada para niños, jóvenes y adultos, largos y cortos, incluidos los homenajes a la inglesa Joanna Quinn y al australiano Adam Elliot, sino, sobre todo, una retrospectiva ejemplar que celebra el aniversario con la proyección de muchos de los que, según una veintena de especialistas de todo el mundo, son los 50 largometrajes esenciales del cine de animación del siglo XXI.

Una lista encabezada por la obra maestra de Hayao Miyazaki El viaje de Chihiro, el primer filme de animación en ganar un festival de categoría A (Berlín, 2002) compitiendo con cine de acción real, seguida de Bienvenidos a Belville, del francés Sylvain Chomet, y Mary and Max, del homenajeado Elliot, y en la que podemos encontrar también maravillas como la reciente J’ai perdu mon corps, La tortuga roja, del maestro holandés Dudok de Witt, La vida de calabacín, Vals con Bashir, del israelí Ari Folman, Persépolis, Kirikú y la bruja, de Michel Ocelot, la brasileña El niño y el mundo, La canción del mar, del irlandés Tom Moore, cuya deliciosa Wolfwalkers podrá verse también en el festival, El cuento de la princesa Kaguya, del genio del anime Isao Takahata, o títulos de importantes autores norteamericanos contemporáneos que han incursionado con éxito en la animación como Tim Burton (La novia cadáver), Richard Linklater (Waking life), Wes Anderson (Fantastic Mr. Fox, Isla de perros) o Charlie Kaufman (Anomalisa). Tres títulos españoles consiguen colarse entre los 50 elegidos: Psiconautas, de Vázquez y Rivero, Un día más con vida, de Raúl de la Fuente, y Arrugas, de Paco Roca.

Una edición que arranca hoy mismo y que hasta el próximo 7 de marzo se celebrará en modalidad doble presencial y online, y eso que salimos ganando los que seguimos perimetralmente confinados. Filmin vuelve a ser la casa virtual de un festival cuyo espíritu ha estado siempre más del lado de la muestra y el encuentro familiar que de la competición, aunque también entregue sus premios y por su programación hayan desfilado los valores más sólidos y las promesas de futuro de la animación mundial, ya sea la más tradicional dedicada al dibujo, el collage, el stop-motion o aquella realizada desde la informática y la estética 3D.

'It's a sin': con el sida se acabó la fiesta

Puede verse esta mini-serie británica como complemento de Small axe, de Steve McQueen, o incluso como premonitorio recuerdo retroactivo sobre los efectos sociales de toda pandemia. Y es que el retrato que hace Russell T. Davies, creador de la distópica y visionaria Years and years, de un grupo de amigos y su relación con el sida a lo largo de los años 80, pone el acento en cuestiones políticas con la homofobia y la estigmatización de la comunidad gay como epicentro de las lacras de una sociedad profundamente reaccionaria

It’s a sin recorre en cinco episodios las vidas cargadas de ilusiones, la enfermedad y la muerte de un grupo multirracial de amigos y compañeros de piso que buscan en Londres la expresión libre de su identidad y su sentido de pertenencia a una comunidad. En torno a ellos, Davies construye un relato coral dramático que no elude el tono ligero, el espíritu de celebración (también del sexo) y una alegría de vivir que se abre paso incluso en los momentos más duros. Sin embargo, la serie se cierra con un episodio demoledor que permite reflexionar sobre lo visto en las claves de una lección moral contra la generación de los padres y el abandono de las instituciones. Quién sabe si la actualidad no termina por confirmar que no hemos aprendido nada de aquello. 

Bandas sonoras

En algún lugar entre Granados y Arvo Pärt, la música de Iván Palomares (En las estrellas) para el documental sobre la muerte de Unamuno Palabras para un fin del mundo (MoviescoreMedia) integra tradición, folclore y modernidad a través del piano, las distorsiones y el tratamiento atmosférico en un sugerente score que parece venir de un lugar remoto para actualizar el mensaje del gran escritor español. Hubiera merecido al menos candidatura al Goya.

Sí que se ha colado entre las candidatas al Oscar Minari, el filme de Lee Isaac Chung sobre una familia de origen coreano y su periplo por salir adelante en el rural norteamericano. Emile Mosseri la acompaña con delicadeza melódica y cierta atmósfera retro en pasajes impresionistas de electrónica suave que marcan el ritmo cíclico y sosegado de este pequeño drama familiar sobre las raíces, la nostalgia del hogar y las nuevas oportunidades. Edita Milan.   

Gabriel Yared: música para cine

Recientemente se incorporaba a la web del Canal Arte en español un nuevo concierto dedicado a la música de cine, en este caso a la obra del compositor franco-libanés Gabriel Yared (n. 1949), autor de bandas sonoras memorables como La luna en la alcantarilla, Betty Blue, Camille Claudel, El amante, El talento de Mr. Ripley o El paciente inglés, con la que ganó el Óscar en 1996. Él mismo interpreta al piano algunas suites de estas y otras películas y Dirk Brossé dirige a la Orquesta Filarmónica de Radio France.