Viaje al paraíso | Crítica

Clooney y Roberts no bastan

Julia Roberts y George Clooney, en 'Viaje al paraíso'.

Julia Roberts y George Clooney, en 'Viaje al paraíso'. / D. S.

El aprecio del cine de la era de los estudios no es una nostalgia estéril del tipo ‘cualquier película pasada fue mejor’. Hay medidores objetivos. Por ejemplo, estos: midan las distancias que van de Katharine Hepburn a Julia Roberts y de Gary Grant a George Clooney; midan la que va del guionista Donald Ogden Stewart (como este gremio es menos conocido les informo que suyos fueron los guiones de Cena a las 8, El prisionero de Zenda, Mujeres, Lo que piensan las mujeres o Tú y yo) al guionista Daniel Pipski; y midan la que va de George Cukor a Ol Parker. Hecho lo cual, midan la distancia que va de Historias de Filadelfia -escrita por Odgen Stewart, interpretada por Grant y Hepburn más Stewart y dirigida por Cukor) a esta Viaje al paraíso como comedias de boicoteo de un matrimonio. Y saquen conclusiones.

En este caso no se trata de un ex marido boicoteando la boda de su ex mujer, sino de un ex matrimonio boicoteando la de su hija. Interpretaciones, diálogos, situaciones, gags y cuanto aparezca en la pantalla carece de interés más allá del glamour de sus dos cabezas de cartel. El fondo es (supuestamente: en realidad fue rodada en Australia) Bali, entendido no como un lugar geográfico o cultural sino como un resort. La producción debió pensar que, teniendo estos paisajes, estas playas, estos lujos, y superpuestos a ellos las dos estrellas, sobraban guión y dirección. Al igual que George Clooney y Julia Roberts debieron pensar que su gancho en pantalla les excusaba de interpretar a sus personajes más allá de algunas morisquetas y gracietas. Lo único que sorprende en esta película es que Clooney no anuncie una cafetera y Roberts un perfume. Aunque parecen estar a punto de hacerlo.      

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