Queridos vecinos | Estreno en Movistar+

Cuentos crueles de la periferia

Una imagen del filme italiano de los hermanos D'Innocenzo.

Una imagen del filme italiano de los hermanos D'Innocenzo.

Cuentuchos, que vendría a ser la traducción libre de Favolacce, nos traslada a la periferia suburbial romana para trazar un relato de historias cruzadas protagonizado por varias familias en las que afloran, desde la distancia fabuladora de un diario encontrado, las mezquindades, frustraciones, toxicidades y perversiones de la clase media empobrecida moduladas entre el tono lírico de la puesta en escena y la paulatina crudeza de las situaciones que desemboca en un final desolador y trágico.

Los hermanos D’Innocenzo no tienen nada de inocentes y recuperan ciertos gestos y personajes fellinianos (especialmente el de la chica embarazada) en un entorno de casas adosadas, padres frustrados y niños desamparados que va construyéndose en retazos de historias cotidianas que se unen en un puzle donde predominan más las atmósferas y el apunte que el trayecto narrativo sólido. Ese diario encontrado contado desde el futuro nos revela así cómo los vecinos de una zona residencial han proyectado sus propios fracasos en unos hijos que parecen vagar en el entorno en busca de una identidad y una empatía que no tienen en sus casas, asunto este central de un filme fragmentario que se suspende en su impresionismo y preludia la crudeza de su resolución entre juegos inocentes, la iniciación sexual o una violencia latente que estalla siempre de parte de los adultos.

Queridos vecinos coquetea así con ese cine de la crueldad que se distancia demasiado de sus criaturas para su diagnóstico pesimista y agorero sobre los peajes del (falso) bienestar, una película en cierto modo atrapada entre el potencial poético de sus imágenes y ese determinismo trágico y fatalista que desemboca en un desenlace no apto para padres sensibles o con mala conciencia.