Como los niños traviesos, los realizadores ocupan las últimas filas de la sala. Comentan, charlan, pasan el rato a la espera del gran momento. Como contraste, Vega López, coordinadora de Alcances, y los miembros del jurado de esta 45ª edición de la Muestra Cinematográfica del Atlántico irrumpen, solemnes, en la estancia. La conquista por la Caracola termina, se apuran los últimos segundos recordando los nombres de los responsables de la decisión, agradeciendo y mentando a los colaboradores. Y llega el anuncio. Y aunque no hay aplausos -parece que sólo se jalea a los directores presentes en la sala- la Caracola Alcances al Mejor Largometraje toma más peso que nunca ya que la cinta premiada, La casa Emak Bakia, de Oskar Alegría, también consigue el Premio del Público. Una gesta que sucede por primera vez en los tres años de existencia de esta distinción popular.

Los abrazos y las palmas se precipitan ante el anuncio de la Caracola al mejor mediometraje, que obtiene el trabajo Oírse, de David Arratibel, mientras que la categoría de cortometrajes es conquistada por Buenos días resistencia, de Adrián Orr.

En palabras del jurado -compuesto por Carla Subirana, Jorge Rivero, Pela del Álamo, Pablo Fernández-Pujol y Lupe Pérez- el largometraje vencedor es poseedor de "una narrativa ligera y deliciosa, aparentemente casual, de la búsqueda por la búsqueda misma, donde el azar parece construir el camino, un camino que en realidad ha sido pintado palmo a palmo por el director". El respetable ha ratificado este galardón otorgándole su propio premio, que resulta mediante votación popular entre los asistentes a las sesiones. Así la cinta del realizador navarro, sobre la casa de Biarritz en la que Man Ray dio rienda suelta a su cine libertario, se lleva los 6.000 euros concedidos por el Ayuntamiento de Cádiz más los 1.000 euros de la Fundación Municipal de Cultura con los que está dotado el premio del Público.

Oskar Alegría (Pamplona, 1973) está ausente en el anuncio del palmarés, que ayer tuvo lugar en el centro cultural El Palillero, ya que se encontraba en el Festival de Cine de Fortaleza (Brasil). Por tanto, tampoco podrá recoger hoy la Caracola durante la gala de entrega de premios en el Teatro Falla.

Sí estará presente aunque todavía no se lo cree es David Arratibel junto con todo el equipo de Oírse. El publicista de Pamplona no ha podido tener mejor debut en el mundo del cine ya que su mediometraje sobre el fenómeno perceptivo de los acúfenos (notar golpes o sonidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa) ha conquistado al jurado de Alcances que califica su trabajo como "una experiencia sensorial elegante y sobria acerca de la subjetividad del silencio".

Arratibel, muy emocionado, explica que "no tenía expectativas ningunas de conseguir el premio". "De hecho -confiesa- no sabía ni a cuánto ascendía el galardón". (5.000 euros otorgados por Diputación). El cineasta novel se congratula porque este reconocimiento le ayuda "a enfrentar nuevos proyectos, me da mucho ánimo", además de haber obtenido "el regalo" de una experiencia en la que ha disfrutado "muchísimo". Así destaca "lo productivo que resulta para los creadores" iniciativas como "los Desayunos con Realizadores" . "Me habían hablado maravillas de Alcances y todo era cierto", reconoce.

En la modalidad de cortometrajes, los jueces han apreciado "el retrato lúcido de la intimidad del despertar" y "la reflexión vital y estética de las pequeñas odiseas cotidianas" que encierra el filme Buenos días resistencia del madrileño Adrián Orr, que se hace con los 5.000 euros de Unicaja.

Además de las Caracolas, el jurado adjudica diferentes menciones especiales. En la categoría de largometrajes este año se llevan el reconocimiento dos cintas, A la sombra de la cruz, de Alessandro Pugno, y Dime quién era Sanchicorrota, de Jorge Tur, que también es distinguida por los premios Uptofest de Distribución. En la modalidad de mediometrajes se concede la mención a La piedra, de Víctor Moreno, mientras que los cortometrajes no consiguen ninguna.

En el apartado de Premios del Público, además del largometraje, también se informó de la distinción al Mejor Corto Español de Ficción, otorgado mediante votación popular entre los asistentes a las sesiones de Alcances fuera de Alcances, y que ha sido destinado a Jaime Maestro por el corto de animación El vendedor de humo. Son 1.000 euros concedidos por la Fundación Municipal de Cultura.

Sin dotación económica se quedan Alejandro Alvarado y Concha Barquero ya que el Premio RTVA , que alcanzan con Pepe El Andaluz, sólo está dotado de un trofeo. Los realizadores también obtienen una mención especial del premio Asecan Julio Diamante, que finalmente se lleva María Cañas por Sé Villana. La sevilla del diablo. Otra mención especial de este galardón es para Bendito simulacro, de Eduardo Montero y Óscar Clemente.

El palmarés también contempla otros dos premios Uptofest de Distribución al mediometraje Europa trampa, de Anna Giralt, y La ciutat tipográfica, de Airtor Gametxo e Igone Arreitunandia.