obituario

Mercero: Adiós al único Emmy de la televisión de España

  • El director vasco fue el creador de Verano Azul y Farmacia de guardia, que rebasaron toda su obra

Antonio Mercero.

Antonio Mercero. / García Vivas

Cuando recogieron su Goya honorífico, en vida pero ya no entre nosotros, la familia de Antonio Mercero bromeó diciendo que sólo por haber rechazado el proyecto 'La resurrección de Chanquete' ya era merecedor de todo el respeto de la industria audiovisual española. Chanquete y 'Verano azul' eclipsaron todo lo demás que rodea al intuitivo y sincero realizador, de una gran vis cómica que se reflejan en sus series costumbristas, las primeras que aparecieron en TVE y también en las privadas, como 'Farmacia de guardia' que allá por 1992 refrescó la parrilla de Antena 3 y señaló el camino a la ficción televisiva actual.

Mercero es sobre todo el director del único Emmy que luce la TV de España, el de La cabina, en 1973, una sorpresa estrenada el año anteriorUn cuento de terror, escrito junto a José Luis Garci, con una escondida alegoría sobre la situación política española, que comienza con carcajadas, se desarrolla con miedo psicológico y culmina en terror directo. Provocó que durante años todos los ciudadanos utilizaran los teléfonos públicos con la puerta abierta. En aquella época en que no había móviles y sólo canal y medio. El encerrado señor era José Luis López Vázquez, 'Este señor de negro' (1974) serie que barrunta la transición, escrita con Mingote, y que venía a reírse de la España rancia, atada a las tradiciones y a modos atávicos.

'La cabina' había sido la compensación conseguida por Mercero por haber levantado el encargo de Crónicas de un pueblo. La serie era una petición de Carrero Blanco a Adolfo Suárez para en 1971 trasladar de manera didáctica el Fuero de los Españoles. En lugar de doctrina las vivencias de Puebla Nueva del Rey Sancho se convirtió en un delicioso reflejo de un país que empezaba a despertarse a los nuevos tiempos.

'Crónicas de un pueblo', con su memorable sintonía que versionaba una canción de Cliff Richard, convirtió a Mercero en el realizador de ficción más agudo de los mejores tiempos de TVE. Su siguiente sería la del verano en Nerja tras otros telefilmes destinados a recopilar premios por los festivales como 'Los pajaritos', un canto a la rebeldía de los pensionistas; 'Don Juan', parodia de todos nuestros tópicos machistas; un cuento de terror algo más desafortunado como 'La Gioconda está triste', con su apocalipsis y todo; o el desencanto y los sueños por resolver de 'La noche del licenciado'.

Todos, temas actuales, entonces y más ahora.Con esa intención se trazó 'Verano azul' , para hablar del divorcio (por primera vez en una serie en España), de la adolescencia o de la muerte. Y ahí teníamos a Chanquete de cuerpo presente, lo que a ningún productor se le ocurriría hacer para prolongar durante temporadas y temporadas. Pero sólo hubo un 'Verano azul', grabado en la Costa del Sol durante dos años, entre el 78 y el 80, y emitido entre el 81 y el 82, marcando a una generaciones infantil y redescubierto entre reposiciones. Mercero hablaba de la gente mucho antes de que se manoseara el término

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios