Crítica de Cine

Ignacio de Loyola miniaturizado

Alguna vez dijo Robert Bresson que toda su obra era una preparación para rodar la vida de San Ignacio de Loyola. Incluso llegó a preparar un boceto de guión con Julien Green. Pero nunca pudo rodarla. Y qué duda cabe -paradojas del cine- que este director llamado jansenista por su despojamiento y sobriedad era el más indicado para penetrar en el alma del fundador de la orden religiosa que fue la enemiga mortal del jansenismo hasta que finalmente logró extinguirlo. Tal vez Dreyer hubiera podido, pero si ya es raro que el formalmente jansenista Bresson se apasionara por el jesuita aún más lo sería que lo hiciera el protestante Dreyer. En fin… Una figura así exige algo más que correcto oficio y buena intención. Y esto es lo único que Paolo Dy y Cathy Azanza aportan, y tampoco en las dosis suficientes, para proponer su retrato de San Ignacio en esta rara producción filipina con actores españoles que no va más allá de una película televisiva producida para un canal religioso o incluso de un episodio de El Ministerio del Tiempo. Aunque, por ser justos, cualquier capítulo de esta serie tan espléndida como maltratada por TVE es más interesante que esta modesta producción que achica la figura de Ignacio de Loyola.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios