Crítica 'Oasis: Supersonic'

Mañana de gloria

oasis: supersonic. Documental, Reino Unido, 2016, 122 min. Dirección: Mat Whitecross. Con: Liam Gallagher, Noel Gallagher, 'Bonehead', 'Guipsy', Tony McCarroll, Allan White, Alan McGee. Cine: Avenida.

Han pasado 20 años de aquellos dos míticos conciertos de agosto de 1996 en Knebworth ante más de 260.000 personas y Oasis, o sea, los hermanos Gallagher, echan la vista atrás (sin demasiada ira) para contar su meteórico ascenso a la cumbre desde los suburbios obreros de Manchester, enésima historia de triunfo del que ellos mismos consideran el último gran grupo de rock de la historia.

La prensa, siempre sensacionalista y ávida de mitos a los que explotar y destruir, también se encargó de engrandecer su leyenda con este tipo de hipérboles, y los Gallagher, orgullosos y engreídos, bocazas y soberbios, talentosos y macarras, alimentaron el monstruo que, a la postre, acabaría por bajarlos de ese mismo pedestal.

Con abundante e inédito material de archivo, Oasis: Supersonic se levanta sobre las voces y el relato de Noel y Liam, el resto de miembros que pasaron por la banda, mánagers y colaboradores, amigos y familia, para solidificar desde la palabra polifónica la mitología salvaje de aquel periodo de esplendor que apenas duró tres años y medio, desde la formación del grupo a la cumbre de aquellos dos conciertos tras el lanzamiento de sus no menos míticos discos Definitively maybe y (What's the story) Morning glory?, verdaderos contenedores de éxitos e himnos generacionales.

En este recorrido y reconstrucción legendaria, no hay más punto de vista que el de ellos, en una dualidad juguetona y gamberra que no termina de aclarar si aquella continua batalla entre Caín y Abel era del todo sincera o una mera estrategia de marketing en la era pre-internet. Mat Whitecross tampoco olvida explicitar la vertiente freudiana del asunto: un padre maltratador, una madre fuerte y comprensiva, las raíces irlandesas, el acoso de los tabloides, etc.

El fan nostálgico con su camiseta de la banda ríe las gracias y los piques entre hermanos, la exaltación de la bronca, el consumo de drogas y las espantadas en el escenario. Los chicos del barrio se lo merecen.

Oasis siguió en la industria y los escenarios hasta 2009, pero este documental se baja del helicóptero en agosto de 1996. Lo que vino después también nos hubiera interesado verlo.

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