Cine

Pilar López de Ayala ensaya el acento argentino en 'Medianeras'

  • La actriz española presenta en Berlín su película con el director Gustavo Taretto

La española Pilar López de Ayala se encuentra en el Festival Internacional de Cine de Berlín presentando la cinta Medianeras, del argentino Gustavo Taretto, una primera incursión en el cine latinoamericano que espera que le abra "nuevas puertas" en su carrera. "El cine latinoamericano, y sobre todo el argentino, tiene mucha fuerza y una creatividad que se le sale por las orejas, aunque no tenga muchos medios", dijo ayer en entrevista. "Ojalá que a raíz de esta película se abra alguna puerta".

Encarnar en Medianeras -que tiene su estreno mundial en la Berlinale- a Mariana, una joven confusa, aislada por sus fobias y miedos en la caótica vida moderna en Buenos Aires, fue un trabajo "intenso pero muy gratificante", manifestó. En esa película, primer largometraje del reconocido creativo de publicidad, habla con un logrado "acento porteño particular" que le da una mayor credibilidad al personaje.

"Trabajar en otro idioma o con otros acentos ayuda a la caracterización del personaje y a dar un peso y un color diferente a las palabras", consideró la joven de 32 años, que antes de encarnar a una argentina, ya dio vida a una francesa en En la ciudad de Sylvia (2007), de José Luis Guerín.

La actriz madrileña ganadora del Goya a la mejor interpretación femenina y la Concha de Plata a la mejor actriz por Juana la Loca en 2001, subrayó que con la crisis se están llevando a cabo muchas coproducciones con otros países, entre ellos varios latinoamericanos, que favorecen a los actores.

"No sólo para ir nosotros a otros países, sino también para que entren al nuestro", dijo recordando que en su último trabajo, "Intruders", de Juan Carlos Fresnadillo, "es Hollywood quien viene a España". Según ella, el mudo moderno exige una movilidad que lleva consigo un enriqucimeinto de la cinematografía mundial. "Nos estamos acostumbrando a viajar, a comunicar en otros idiomas".

De España, le gusta el cambio que se está produciendo en la gran pantalla, las nuevas miradas, la apertura hacia las cosas diferentes. "Como han demostrado los Goya de este año", indicó. Lamenta, quizá, la posibilidad de improvisación que ha visto en los sets en América Latina. "En España, a veces está todo medido, demasiado cronometrado. Prefiero que el productor le dé tiempo al director y respete sus ritmos ¡Es que eso forma parte del proceso creativo!", continuó adelantando que ya está en otro proyecto, aunque no puede dar pistas porque aún no está firmado.

Por otro lado, el realizador iraní Asghar Farhadi recibió ayer en la Berlinale una larga ovación tras la proyección de su filme Nader y Simin, la separación, una desgarradora historia que plantea el conflicto entre la férrea tradición religiosa musulmana y el deseo de modernidad de la juventud.

El filme se desenvuelve en el Teherán contemporáneo. La bella Simin, interpretada por la actriz Leila Hatami, desea viajar al extranjero con su esposo Nader (Peyman Moadi) y con su hija Termeh, pero tras superar por fin todos los obstáculos para obtener el visado de salida, la salud de su suegro, aquejado de alzhéeimer, impide la realización de su proyecto. La decisión de Nader de cuidar de su viejo padre, que vive con ellos, provoca la separación de la pareja. Simin regresa a casa de su madre y Nader se queda viviendo con su niña de 13 años.

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