Cine

El corazón de Europa en llamas

  • Jean-Jacques Annaud estrena 'Arde Notre Dame', una recreación del incendio que paralizó al mundo.

  • "Algunas cosas que ocurrieron parecen inventadas por un guionista loco", dice el francés

Jean-Jacques Annaud posa ante un cartel de su película.

Jean-Jacques Annaud posa ante un cartel de su película. / Juan Carlos Vázquez

Notre Dame, la catedral que inspiró a Victor Hugo una de sus novelas más recordadas, el templo en el que Napoleón fue coronado Emperador de los franceses, uno de los monumentos más visitados del mundo, sufría un impactante incendio el 15 de abril de 2019. La humanidad contempló entonces atónita cómo las llamas se cebaban con uno de los símbolos de Europa –la aguja de la catedral y el tejado se derrumbaron–, casi como un presagio de otros desastres que llegarían en los años siguientes. Jean-Jacques Annaud (Juvisy-sur-Orge, Essonne, Francia, 1943) recrea ahora aquel suceso en Arde Notre Dame, una película que se estrena hoy en los cines y que el director de clásicos como El nombre de la rosa o El oso presentó en las salas mk2 Nervión Plaza de Sevilla.

Annaud ha optado por reproducir la tensión de aquella catástrofe sin conceder todo el peso a los efectos digitales. "La mejor manera de transmitir la violencia del fuego es rodar con fuego", asegura el realizador, que tuvo a los actores "a metro y medio de unas llamaradas de 800 grados" y grabó en decorados "que se quemaron, como ocurrió con Notre Dame", cuenta el director, que se pensó afrontar un proyecto así "porque pensé que habría muchos otros cineastas que querrían hacerlo", pero se "apasionó" cuando un productor le pasó la documentación de aquella historia y entendió todo el potencial que tenía.

Una escena de ‘Arde Notre Dame’, que se estrena hoy en España. Una escena de ‘Arde Notre Dame’, que se estrena hoy en España.

Una escena de ‘Arde Notre Dame’, que se estrena hoy en España. / D. S.

El francés es consciente de la fascinación que ejercen las llamas, pero, advierte, "la protagonista de la película es Notre Dame, el fuego sería el enemigo, un enemigo carismático, fotogénico, pero muy peligroso. La catedral sería una actriz que se está muriendo, y los bomberos serían los médicos que vienen a curar a esa estrella moribunda", expone Annaud, a quien le interesaba hacer un thriller "cuyo desenlace se conoce, sabemos que Notre Dame no se derrumba, que no habrá víctimas mortales, y que aun así la emoción radicara en la historia".

El realizador firma el guión de Arde Notre Dame junto a uno de los escritores más prestigiosos del cine francés, Thomas Bidegain (Un profeta, Los hermanos Sisters), pero promete que "los detalles más extravagantes, imposibles" que se relatan en la película no salieron de la imaginación de ambos, "pasaron en verdad, aunque parezcan invenciones de un guionista medio loco de Hollywood. Nos reunimos con los protagonistas de la historia, y todo lo importante que se relata es auténtico".

"Que sea ateo no implica que no respete lo sagrado. Mis películas transmiten esperanza"

Annaud reconstruye cómo los bomberos tardaron casi una hora en llegar al lugar del fuego, en un principio por atribuir a un fotomontaje la imagen de Notre Dame ardiendo que empezaba a circular por las redes, porque los responsables del templo tardaron en dar el aviso; después por la imposibilidad de llegar a la catedral en un recorrido en el que las bicicletas, los patinetes y los autobuses turísticos complicaban el avance. "Fue todo muy increíble, sí", concede el director, "y muchos espectadores han visto en lo que sucedió una alegoría de lo que hoy ocurre en Ucrania. Que ardiera Notre Dame, que lleva 850 años con nosotros, parecía imposible, y nadie podía pensar hoy en una guerra tan cerca, pero aquí estamos".

Tras películas como El nombre de la rosa o Siete años en el Tíbet, Annaud vuelve a reflexionar sobre la espiritualidad: en Notre Dame se conservaba la reliquia de la corona de espinas de Cristo, cuyo rescate protagoniza alguna de las escenas más emotivas. "Yo soy ateo", confiesa, "pero eso no me impide respetar lo sagrado. Cuando filmé Siete años en el Tíbet, por ejemplo, me hice amigo de los monjes budistas. Que no crea en el más allá no significa que no encuentre paz en los sitios destinados al culto", comenta el francés, que quiere que sus películas sean "portadoras de esperanza".

Junto al director del Festival deSevilla, José Luis Cienfuegos, en los cines mk2 Nervión Plaza de Sevilla, donde presentó el filme. Junto al director del Festival deSevilla, José Luis Cienfuegos, en los cines mk2 Nervión Plaza de Sevilla, donde presentó el filme.

Junto al director del Festival deSevilla, José Luis Cienfuegos, en los cines mk2 Nervión Plaza de Sevilla, donde presentó el filme. / Juan Carlos Vázquez

El director del Festival de Sevilla, José Luis Cienfuegos, que acompañó al realizador, afirma que el cine de Annaud forma parte de la "educación sentimental" de su generación. La oportunidad para que el responsable de obras tan dispares como El oso, El amante o Enemigo a las puertas mire atrás y admita que en su filmografía "no hay un hilo común, y si lo hay, soy yo, aunque suene pretencioso. He intentado no repetirme, y por eso he buscado en una película y otra lugares, tiempos, personajes distintos. Lo único que ha estado ahí siempre es la emoción".

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