Seberg: Más allá del cine | Estreno online

La estrella vigilada

Kristen Stewart es Jean Seberg en el 'biopic' dirigido por Benedict Andrews.

Kristen Stewart es Jean Seberg en el 'biopic' dirigido por Benedict Andrews.

Biopic de la malograda estrella de cine e icono de la nouvelle vague (Al final de la escapada) centrado en los tres años de su vida que van de 1968 a 1971, Seberg, que puede verse ya en Movistar +, Filmin y Rakuten TV, se abre con la figura de la actriz, encarnada aquí a la justa medida de su arquetipo de modernidad por Kristen Stewart, ardiendo en la pira ante la cámara de Otto Preminger en Santa Juana (de Arco) (1957), primera de las múltiples agresiones y heridas que iban a marcar su trágico destino en una corta biografía de apenas 40 años (1938-1979).

Una pira descontrolada que le dejaría huellas físicas y psíquicas irreparables, a las que se unen aquí el episodio posterior de su relación con los Panteras Negras y el espionaje ilegal y la campaña de difamación orquestados por el FBI de Hoover que, a la luz de esta película, no sólo acabarían con su carrera en Hollywood tras rodar La leyenda de la ciudad sin nombre y Aeropuerto, con su matrimonio con el escritor Romain Gary y con la pérdida de una hija, sino que afectarían también a su propia y quebradiza personalidad, que deambuló ya por los setenta en un autoexilio francés por el que se cruzarían personalidades como Philippe Garrel o nuestro Ricardo Franco.

Pero al guionista Joe Schrapnel y al director Benedict Andrews lo que le interesan son esos tres años de intrigas, espionaje y glamour comprometido con las causas civiles, el retrato algo epidérmico de una época de cambios, reivindicaciones y compromiso en la que el FBI y Hollywood aparecen como viejos monstruos dando sus últimos coletazos reaccionarios. Seberg progresa así sobre el juego del gato y el ratón y una trama exculpatoria que sitúa a uno de los agentes del bureau como figura moral a través de la cual subrayar aún más la denuncia del sistema y la indefensión de sus víctimas.

Stewart se pliega con cierta autocomplacencia a los tics de la joven estrella frágil y desconcertada, mientras todo a su alrededor, desde el líder negro Hakim Jamal a la tibia figura del esposo comprensivo, se dibuja entre el cliché y la intrascendencia en un filme que no consigue ir más allá de la superficie de una figura cuya psicología tiende a explicarse desde los acontecimientos externos y no desde su retrato íntimo.