Lingui. Lazos sagrados | Crítica

Por las mujeres africanas

HIja y madre en el filme de Mahamat-Saleh Haroun.

HIja y madre en el filme de Mahamat-Saleh Haroun.

Es casi un milagro que una película africana llegue a la cartelera comercial española. Tras su paso por la sección oficial de Cannes 2021, Lingui, lazos sagrados confirma al chadiano Mahamat-Saleh Haroun como uno de los autores de referencia del continente, obligado en cualquier caso a los peajes de la co-producción con Europa para poder sacar adelante sus películas, de las que Un hombre que grita (2010) o GrisGris (2013) han sido hasta ahora las que han tenido más repercusión crítica, especialmente en Francia.

No obstante, la excepcionalidad no debería magnificar tampoco las cualidades de estos Lazos sagrados que responden a un cierto modelo de exportación en consonancia con asuntos culturales y de género que sin duda cotizan al alza en el actual panorama del cine para los circuitos de versión original. Al fin y al cabo, el de Haroun es un filme de denuncia con perspectiva de género y mensaje feminista que se sirve de los esquemas del melodrama para abordar el papel subordinado y oprimido de las mujeres en un país donde el creciente fundamentalismo islamista se ha superpuesto al viejo orden patriarcal en una paulatina regresión que lo aleja de las promesas de progreso tras su independencia.

Lingui nos acerca a una madre artesana y una hija adolescente atribuladas tras el embarazo de la segunda, una relación que redobla situaciones del pasado y que ha hecho de ambas dos marginadas en una sociedad que no consiente ni a las madres solteras ni a las mujeres que desafían las convenciones. El filme funciona indudablemente en su estructura de conflicto y confrontación, aunque para ello sea necesario dibujar un panorama siempre hostil donde los hombres (vecinos, imanes, comerciantes) responden todos a un mismo bloque de intolerancia. Tal vez sea ese el principal pero que puede ponérsele a un filme que habla, mira y respira a través de sus mujeres resilientes y su camino hacia la solidaridad y la educación como armas para la autodefensa, la esperanza y la libertad.