El documental es una forma de resistir. Tanto en el ámbito cinematográfico como en la vida diaria. Y 'resistencia' fue anoche la palabra más usada por los galardonados en la ceremonia de clausura de la 45 edición de Alcances. El propio Fernando Trueba, estrella de la gala, habló sobre el séptimo arte y el día a día. "Pero habrá que hacer cosas, porque las cosas no mejoran solas", dijo el cineasta. También en un tono aguerrido, María Cañas, premiada por la Asociación de Escritores Cimenatográficos de Andalucía (Asecan) por 'Sé villana, la Sevilla del diablo', deseó "larga vida a Alcances y a los que están en la guerrilla del documental". Le entregó el galardón Julio Diamante, el director gaditano, también un 'resistente' todoterreno del séptimo arte. Hasta el mejor cortometraje documental llevaba la palabra estrella de la noche: 'Buenos días, resistencia'. Y siguiendo con el tono rebelde de la función, se oyeron estas palabras pretéritas de Trueba a través de la presentación de su homenaje en el Teatro Falla: "He seguido siempre dos principios: la desobediencia y el placer".

En toda la ceremonia, presentada por Enrique Miranda, estuvo muy presente el, generalmente, escaso rendimiento y atención que obtiene un documental contrariamente a la dedicación de sus directores. "Sois muy valientes, que sigáis haciendo documentales", apuntó la actriz sevillana María León después de recoger el Premio Asfaan (Asociación de Festivales Visuales de Andalucía) a su trayectoria, corta pero esperanzadora.

La ausencia en la gala del director del mejor largometraje documental según el jurado y el público, Óskar Alegría por 'La casa Emak Bakia', supuso la triple intervención de David Arratibel. Éste, además de recibir el galardón del mejor mediometraje por 'Oírse', recogió los dos que debía haber recibido Alegría, presente en el Festival de Cine de Fortaleza (Brasil). Arratibel leyó textos enviados por su paisano pamplonés para esta ocasión, no sin dosis de humor por lo atípico de la situación. Alegría recordó, por boca de Arratibel, la primera frase de su cinta ganadora: "Esto es una obra hecha por una persona para otra persona". Así ilustró su cercanía con el público gaditano pese a que 'La casa Emak Bakia' se rodó en Biarritz, a mil kilómetros de Cádiz. Por cierto, una película recomendada por el mismo Fernando Trueba.