Cine

La metamorfósis del doctor

  • Benedict Cumberbatch da vida al Doctor Strange, el personaje de cómic creado en los años 60 por el escritor y editor Stan Lee y el dibujante Steve Ditko.

El actor Benedict Cumberbatch se une a la familia de superhéroes de Marvel con Doctor Strange (Doctor Extraño), un hechicero experto en kung-fu, algo que asegura fue difícil tanto a nivel físico como interpretativo. "Es muy emocionante hacer este tipo de cosas como actor, es un trabajo duro, nunca lo había hecho y quería probar", recalca el intérprete, quien llega ahora, junto a su capa roja, a los cines españoles. 

El británico ha demostrado a lo largo de su carrera que es un artista polifacético actuando tanto en televisión, con la serie Sherlock, o en películas como 12 Years a Slave, Star Trek Into Darkness o The Imitation Game, papel por el que fue nominado a un Óscar. 

Cumberbatch defiende que le atrajo el "particular arco interpretativo" del personaje de doctor Stephen Strange, que pasa de un neurocirujano "egocéntrico y capitalista" a un hechicero dispuesto a "entregarlo todo por el bien" de la humanidad. En la cinta, el cirujano vive su punto de inflexión tras un accidente de coche que le destroza su herramienta de trabajo más preciada, sus manos. 

Según el director del filme, Scott Derrickson, quien ha dejado a un lado el género de horror para sumergirse por primera vez en este mundo mágico de superhéroes, señala que Cumberbatch era la "única persona que podía interpretar al Doctor Strange". El cineasta apunta que el hecho de que el londinense de 40 años sea "súper listo" ayuda a que su papel de neurocirujano sea más creíble. Además, su gama interpretativa le permite encarnar el "dolor, la furia o el miedo" por los que pasa Strange. 

Por su parte, Cumberbatch indica que al principio del filme el protagonista "está en una jaula dorada que él no sabe que ha construido a su alrededor mediante su éxito". Esta metafórica cárcel se abre cuando Doctor Strange, en búsqueda de una cura para sus manos, viaja a Katmandú (Nepal), donde se convierte en alumno de La Anciana (Tilda Swinton). Tras mucho estudio y esmero, el personaje consigue dominar las artes místicas

Es ahí donde la imagen psicodélica del clásico cómic de Marvel, creado en los años 60 por el escritor y editor Stan Lee y el dibujante Steve Ditko, entra de lleno en la película mediante portales temporales, coloridos agujeros de gusano y visuales universos paralelos. 

El realizador estadounidense comenta que en el rodaje jugó con las estructuras de Londres, Nueva York y Hong Kong como sus dos hijos juegan con ciudades hechas de legos. "Es increíble poder vivir en una época en la que se pueden hacer cosas así con los efectos visuales", declara, al tiempo que opina que en este tipo de "superproducciones los directores no se aprovechan de su imaginación lo suficiente". 

A diferencia de los demás héroes de Marvel, este personaje no dispone de superpoderes, sino de la habilidad de hacer magia y un gran dominio de las artes marciales, lo que fue todo un reto físico, según Cumberbatch. 

El Doctor Strange, además de su habilidad para la magia y un gran dominio de las artes marciales, cuenta con una aliada, la capa de levitación. "Tardaba en salir de su camerino, tardaba en prepararse durante las mañanas, era quisquillosa con lo que comía...", bromea el protagonista. Para la película se hicieron 18 mantos que recrean este objeto animado, que recuerda a la alfombra de Aladino. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios