Cine

Oscar 2021: la edición más extraña

  • Los alrededores de la Union Station de Los Ángeles acogen hoy una ceremonia que sus productores plantean con "una estética de cine"

Steven Yeun, en 'Minari', una de las películas nominadas.

Steven Yeun, en 'Minari', una de las películas nominadas. / Pathé Films

Hace poco más de un año, el ya lejano 10 de febrero de 2020, la última entrega de los Oscar se cerraba con un revuelo considerable. Una majestuosa Jane Fonda abría el último sobre de la noche y, consciente de que se vivía un momento histórico, la actriz hacía una pequeña y teatral pausa antes de revelar el nombre de la cinta ganadora. La surcoreana Parásitos, de  Bong Joon-ho, se convertía en el primer largometraje en habla no inglesa que ganaba la estatuilla a la mejor película. Nadie sospechaba –aunque ya circularan contradictorias noticias sobre el virus– que el mundo se detendría poco después por la pandemia más devastadora.    

Hollywood vuelve a celebrar ahora su fiesta, con dos meses de retraso con respecto a la fecha habitual, en la temporada de premios más extraña que se recuerda. Frente a la duda de si plantear una ceremonia virtual –algo por lo que optaron, con desigual fortuna, los Globos de Oro y los Goya: fue mucho más ágil y estuvo más atinada la gala española–, la Academia se decidió por la presencialidad, aunque haya tenido que cambiar la ubicación y sustituir el Dolby Theatre por un espacio al aire libre en los alrededores de la Union Station de Los Ángeles. Parece una ironía del destino que los productores del espectáculo sean Steven Soderbergh y Stacey Sher, artífices de Contagio, un filme que anticipó el horror del coronavirus y uno de los títulos más demandados por el público en las plataformas durante el confinamiento.  Los Oscar de la pandemia tendrán una estética de cine, se transmitirán en 24 frames por segundo y con un formato panorámico, emplearán encuadres más típicos de una cinta que de la televisión, y serán "tres horas de entretenimiento" fundamentadas en el "optimismo" y la "sinceridad", según contaba Efe la pasada semana, tras una rueda de prensa en la que los creadores de la gala desvelaron esos y otros detalles, como que la alfombra roja sería "muy pequeñita" e incorporaría la interpretación de las canciones nominadas. Entre ellas, Io Si, el tema de la película La vida por delante por el que Laura Pausini opta a su primer Oscar tras conquistar el Globo de Oro.

Chloé Zhao y Frances McDormand, en la caravana de 'Nomadland'. Chloé Zhao y Frances McDormand, en la caravana de 'Nomadland'.

Chloé Zhao y Frances McDormand, en la caravana de 'Nomadland'. / The Walt Disney Pictures

Aunque es Mank, en la que David Fincher recrea cómo el guionista Herman Mankiewicz escribió Ciudadano Kane, el proyecto que acapara más candidaturas, la nada despreciable cifra de diez, pocas quinielas vaticinan su victoria. El nombre de Nomadland (seis nominaciones) se repite en las apuestas por una razón: desde los festivales de Venecia y Toronto, donde recibió el León de Oro y el Premio del Público, el drama de Chloé Zhao ha triunfado en los Globos de Oro, en los Bafta, en los Critic’s Choice, en los premios del Sindicato de Productores y en el de Directores. La campanada de Parásitos el pasado año advierte que todo puede ocurrir, pero da la impresión de que tanto Mank como otra de las favoritas, El  juicio de los 7 de Chicago, de Aaron Sorkin, se han debilitado en estos meses. Si la velada acaba con sorpresa, ahora mismo parece tener más posibilidades Minari, de Lee Isaac Chung, la historia de una familia coreana que prueba suerte en la América rural, un filme cargado de buenos sentimientos que podría haberse ganado el corazón de los votantes, y que aspira también a seis premios.

Los especialistas también le otorgan el galardón a la mejor dirección a Chloé Zhao, que podría terminar la gala con cuatro Oscar en su haber, ya que ella opta también a los de película, guión adaptado y montaje. De ganar el premio a la mejor dirección sería la segunda mujer en hacerlo tras Kathryn Bigelow (En tierra hostil), en un año en el que, además, hay otra realizadora que compite en la misma categoría, Emerald Fennell por Una joven prometedora. Zhao, por cierto, ha cambiado de registro tras Nomadland y se ha pasado al Universo Marvel con su nuevo proyecto, Eternals, en el que ha dirigido, entre otros, a Angelina Jolie, Salma Hayek o Kit Harington.

Carey Mulligan, en 'Una joven prometedora'. Carey Mulligan, en 'Una joven prometedora'.

Carey Mulligan, en 'Una joven prometedora'. / Universal Pictures

Más abierto se presenta el apartado de mejor actriz protagonista. El Globo de Oro a la cantante Andra Day por Los Estados Unidos contra Billie Holiday, su primer papel protagonista, la situó como inesperada favorita al Oscar. Pero el premio del Sindicato de Actores a Viola Davis por La madre del blues y el Bafta a Frances McDormand –que si vence hoy lograría su tercer Oscar– han cambiado un escenario en el que tampoco habría que descartar a otra de las finalistas, Carey Mulligan, el alma de Una joven prometedora. Frente a otros años en que la temporada de premios brinda una constante reiteración de los mismos ganadores, reconforta llegar a los Oscar con cierta intriga y no con esa sensación de que el guión está escrito de antemano.

Otra pregunta que reserva la gala es si Chadwick Boseman tomará el testigo de Peter Finch y Heath Ledger y recibirá un Oscar póstumo. El Globo de Oro y el premio del Sindicato de Actores han respaldado previamente su soberbio trabajo en La madre del blues, pero Boseman, icono de la comunidad afroamericana desde Black Panther y fallecido el pasado agosto por un cáncer de colon, tiene como competencia a un veterano como Anthony Hopkins, que bien merecería otro momento de gloria por su papel en El padre.

Chadwick Boseman aspira a un Oscar póstumo por 'La madre del blues'. Chadwick Boseman aspira a un Oscar póstumo por 'La madre del blues'.

Chadwick Boseman aspira a un Oscar póstumo por 'La madre del blues'. / Netflix

El protagonista de Déjame salir, Daniel Kaluuya, parte como favorito al Oscar al mejor actor de reparto por Judas and the Black Messiah, en una categoría en la que este año no han entrado grandes nombres y el candidato más popular es Sacha Baron Cohen, que afronta su personaje más serio en El juicio a los 7 de Chicago. Entre las candidatas a la mejor actriz de reparto asoma una duda: si Glenn  Close conseguirá al fin, ¡en su octava nominación!, su primer Oscar. Dos elementos juegan en su contra: las muy malas críticas con las que fue recibida su película, Hillbilly, una elegía rural, y el hecho de que Youn Yhu-jung, reconocida con el Bafta, se perfile como la posibilidad más realista de que Minari no se vaya de vacío.

En la pelea por el Oscar a la mejor película internacional, Otra ronda, del danés Thomas Vinterberg, se dispone a engrosar un palmarés que ya atesora el César, el Bafta y el Premio del Cine Europeo. Vinterberg tiene razones para brindar como hacen los personajes de su película, que reflexiona sobre los efectos  del alcohol: también es candidato al Oscar al mejor director.    

Mads Mikkelsen en 'Otra ronda'. Mads Mikkelsen en 'Otra ronda'.

Mads Mikkelsen en 'Otra ronda'. / Pathé Films

En las nominaciones no entraron finalmente ni La trinchera infinita, la enviada por la Academia patria para el premio a la película internacional, ni La voz humana, el corto de Almodóvar, pero sí hay representación española: Santiago Colomo compite por el Oscar a los mejores efectos visuales por El magnífico Iván y Sergio López-Rivera lo hace en maquillaje por La madre del blues. Este último aseguraba a Efe que había accedido al olimpo de Hollywood gracias a la valentía de Viola Davis, que no tenía miedo en afearse si el personaje lo requería, como ocurre aquí con el papel de Ma Rainey. "Generalmente hay que cuidar la vanidad de un actor. Pero Viola insiste en ser específica, si hay que ser fea y gorda, quiere ser la más fea y la más gorda", dice sobre una actriz de la que es amigo desde Cómo defender a un asesino.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios