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Paz Vega regresa con 'The Bra', un cuento con ecos del 'Quijote'

  • La sevillana estrena mañana una película del alemán Veit Helmer rodada en Azerbaiyán

Paz Vega, en 'The Bra'.

Paz Vega, en 'The Bra'. / Bodega Films

Paz Vega, actriz española, chica Almodóvar, Goya por Lucía y el sexo, vuelve mañana a las salas españolas en la película The Bra, el último "cuento" del alemán Veit Helmer, un director experto en hacer cine para soñadores. La sevillana es una de las protagonistas de esta curiosa historia sin palabras rodada en Azerbaiyán que, a veces, recuerda a la Cenicienta. "Es cierto que la han comparado con ese cuento infantil, pero para mí se asemeja más a Don Quijote", explica Paz Vega.

The Bra cuenta la historia de un conductor de un tren de mercancías que pasa todos los días por dentro de una ciudad, tan cerca de las casas que los vecinos deben salir corriendo cuando va llegando la máquina y recoger sillas y mesas donde juegan al ajedrez, o quitar las cuerdas de la ropa que se seca al aire. En cada viaje es normal arrastrar sin querer bienes de los vecinos que, al final de la jornada, el maquinista devuelve con amorosa ternura; todos le conocen y el día que engancha un sujetador azul comprenden que busque a la dueña para entregárselo.

La película no tiene palabras, aunque todo lo que es necesario saber se cuenta con una enorme variedad de expresiones que subraya la música de Cyril Morin. Curiosamente, no es la primera vez para Paz Vega. "En Hable con ella, de Pedro Almodóvar –recuerda la actriz–, aparece una película muda llamada Amante Menguante que es una metáfora preciosa de algo terrible que ocurre en la trama principal. Rodar aquella pieza con Fele Martínez fue muy divertido", sonríe.

En este caso, la andaluza no conocía al director, pero su cine le recordaba al de Emir Kusturica y le entusiasmó el guion. "Me enamoré de la historia inmediatamente; leer un guión sin diálogos es muy inusual y éste es especialmente hermoso", afirma. El largometraje se rodó en exteriores reales en Bakú, Azerbaiyán, "donde la gente vive de verdad a los bordes de las vías del tren. De hecho –añade Vega–, exceptuando a los personajes principales, toda la gente que aparece en la película son habitantes de esa zona. Fueron muy amables con nosotros". La actriz, que rueda estos días La casa del caracol, ópera prima de Macarena Astorga, recuerda que el rodaje de The Bra fue a veces peligroso, "porque los trenes seguían pasando" a la vez que rodaban.

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