Cómics

Ladrón, bárbaro… cimmerio

  • Llega a las librerías españolas la adaptación a las viñetas de uno de los relatos más famosos protagonizados por la icónica creación de Robert E. Howard

Detalle de la ilustración de portada.

Detalle de la ilustración de portada.

Me resulta del todo inevitable que, cada vez que leo u oigo el nombre de Conan regresen a mi cabeza las potentes, épicas, notas de la que considero una de las mejores (por no decir la mejor) banda sonora que jamás nadie compuso, y ya es un decir.

En cada compás surgido de la maestría de Basil Poledouris hay un mandoble de espada, un puñetazo a nuestros sentidos que nos llevan, agarrándonos del cuello, al mundo y peripecias de este gran personaje.

Y un sentimiento parecido me embarga al haber terminado este primer álbum, publicado por Glenat en Francia y que gracias a la liberación de los derechos del personaje nos va a permitir disfrutar en nuestro país de la particular visión que de él tienen una serie de autores de primera línea.

Y para romper el hielo, qué mejor tándem creativo que el formado por Jean David Morvan y Pierre Alary. Ambos con una ya largas y exitosas carreras que, en el caso de Morvan, guionista que ha tocado prácticamente todos los géneros (Wolverine: Saudade; Univerne; Gaijin; Sauvage…).

Y acompañándole en este viaje, Pierre Alary, al que conocemos muy bien en nuestro país (Simbad; Moby Dick; Silas Corey; Don Vega…). Su inconfundible estilo gráfico y narrativo, con una gran influencia del mundo de la animación, donde trabajó durante años, le viene a la perfección a la hora de llevar a las viñetas (espectaculares) este relato protagonizado por el bárbaro cimmerio.

Os voy a ser sincero, desde que hace años vi algunas páginas de este trabajo he soñado con su publicación por estos lares. Si el guion de Morvan adapta a la perfección las palabras de Howard, sintetizando lo que cree necesario y explayándose cuando se necesita, hay momentos, varios, en los que estas no son necesarias y el arte, la pasión que le pone a su trazo Alary es el único y total protagonista. Mudo, sin necesidad de textos de apoyo ni diálogo, vamos a ver a Conan como nunca, poderoso, lanzándose de cabeza al peligro sin pensárselo dos veces y dejándonos a los lectores totalmente boquiabiertos.

Y es que esta historia no podía empezar de una mejor manera, con el protagonista a punto de ser condenado, ya que la mala suerte le colocó en el lugar y momentos equivocados.

Pero si Conan se caracteriza por algo es por ser expeditivo, e inicia una impresionante fuga que lo llevará directamente a terminar sobre la cubierta de un barco en el que, tras algunas jornadas, verá que en horizonte aparece un temido bajel capitaneado por la más bella y feroz de las mujeres con la que se ha encontrado en su camino, Bêlit, la Reina de la Costa Negra.

Lo que parecía un desigual combate se decanta hacia el lado del bárbaro, y una sola mirada entre ambos hará que la chispa de la pasión más arrebatadora se encienda, llevándolos a compartir momentos de extrema sensualidad.

Pero claro, el camino de la espada está plagado de misterios y peligros, como el que la pareja y la tripulación de El Tigresa encuentran en unas aguas ponzoñosas, que oculta una abandonada ciudad donde tendrá que enfrentarse a un destino tal vez oscuro…

No quiero reiterarme, pero no pienso en una mejor manera de comenzar con esta serie de álbumes que nos van a introducir de cabeza en el mundo y aventuras que nacieron del talento del escritor tejano, al que seguro que le gustarían, y mucho, estas adaptaciones al cómic.

El cómic viene acompañado por una serie de textos firmados por Patrice Louinet, que sabe mucho sobre el tema, y nos sitúan a la perfección dentro de la, época, obra y personajes creados por Robert E. Howard.

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